03-03-2025 08:42:51 AM

Verástegui: la auténtica opción opositora

Por Valentín Varillas

 

El INE ha dado luz verde para que la organización Viva México, continúe con su proceso para convertirse próximamente en partido político.

Esta instancia, encabezada por Eduardo Verástegui, puede perfilarse para ser la opción opositora más fuerte de cara al proceso del 2030.

Incluso, muy por arriba del PAN.

El ex actor ha seguido al pie de la letra un ambicioso plan de posicionamiento que le ha funcionado a la perfección y que tiene todo el potencial para crecer exponencialmente en el futuro inmediato.

Se mueve muy cómodo en una dualidad que la ha permitido permear en aquellos sectores tradicionalistas, que sienten su fe, creencias, convicciones y futuro político amenazados por la llegada de la 4T al poder.

En lo personal, se presenta masivamente como un católico ejemplar que hace una obsesiva apología pública de su fe, a través de recurrentes mensajes en sus redes sociales.

Así, ha ganado una importante audiencia digital de seguidores y simpatizantes.

También ha realizado giras de promoción en todo el territorio nacional de producciones como Inesperado y Sound of Freedom, películas que muestran una postura crítica en  temas como el aborto y la trata de personas.

Paralelamente, Verástegui ha tejido una muy importante red de alianzas en lo político.

Su inclusión y participación activa en organizaciones como la Conferencia de Acción Política Conservadora son un indicador muy claro de su alto nivel de influencia en los sectores más extremos de la derecha internacional.

Es muy cercano a Donald Trump, lo ven con buenos ojos Milei y Bukele, además de que le vienen muy bien las recientes victorias de los conservadores en Europa y el fortalecimiento de los gobiernos de ese corte que han logrado ampliar su poder en procesos electorales recientes.

Defiende las mismas banderas: libertad económica, una mínima intervención del estado en asuntos financieros y que a través del estado se recupere el rumbo “moral” del país.

Tiene el mejor argumento : el enorme fracaso del PAN como oposición y su traición al abandonar algunos de sus compromisos ideológicos fundamentales como defender la vida, la familia y lo que ellos consideran como “valores tradicionales”.

La candidatura presidencial de Xóchitl Gálvez, además de su alianza con el PRI, fueron dos factores que detonaron el rechazo de los grupos más ortodoxos que interactúan todavía al interior del blanquiazul, pero que ya buscan otros derroteros más afines para expresarse políticamente.

Y Viva México, ya conformado como partido oficial, resulta para ellos el canal ideal para hacerlo en las urnas.

A pesar de que lo han ridiculizado y minimizado, Verástegui, para desgracia del país, cuenta hoy con un capital económico, político y social que ya quisieran varios institutos políticos que llevan años de presencia y actividad en el sistema democrático nacional.

En Puebla, podría estar uno de los bastiones más importantes del nuevo conservadurismo nacional.

Aquí hay mercado de sobra.

Aunque hoy están replegados y andan de capa caída, los panistas de cepa, los más ortodoxos y sus herederos  – todavía más radicales que ellos- encajarían en el perfil ideal del simpatizante y militante potencial.

Lo mismo, aquellos que por generaciones tuvieron el control absoluto de los organismos empresariales, quienes por décadas fungieron como semillero de candidaturas para Acción Nacional.

Desde la llegada al poder de Morena en Puebla, han sido afectados por la des-partidización de las cámaras.

Nadarían también como peces en el agua en el partido de Verástegui.

Parece broma de mal gusto, pero no lo es.

El conservadurismo más radical tiene en México un caldo de cultivo ideal para captar con mucho éxito a los millones de ciudadanos cada vez más decepcionados por la vergonzosa oposición nacional.

Con todo y su tan anunciada, pero poco creíble transformación.

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