Por Alejandro Mondragón
En 2 de los 16 distritos federales, Morena y sus aliados podrían perder. Uno en la capital, otro en el interior del Estado.
Lo saben en los bunkers de campaña de Claudia Sheinbaum y Alejandro Armenta. En 14 distritos se llevan cómodas ventajas.
A seis semanas de las elecciones hay claridad en torno a que Claudia Sheinbaum se llevará la plaza de Puebla frente a Xóchitl Gálvez.
Que Alejandro Armenta ganará la gubernatura frente a Eduardo Rivera; y Pepe Chedraui se impondrá a Mario Riestra.
Desde el punto de vista de las diferencias en votos, no habrá pretexto para que los perdedores impugnen la elección en Puebla.
Preocupa -eso sí- que la mayoría de los candidatos/as a las diputaciones federales simulan andar en campaña o se montaron en la soberbia de sentirse ganadores, cuando están a la espera de la ola morenista para subirse en ella.
Quizá los dos distritos que se podrían perder pertenecen a uno de esos o esas huevonas electorales.
En el caso del Congreso local, hasta finales de mes se realizará la evaluación para saber posicionamiento y si resultaron las mejores opciones para la 4T.
Lo cierto es que tampoco se percibe el triunfalismo entre los equipos que sí hacen campaña en Puebla.
Se vienen semanas candentes porque la oposición a la 4T sabe que si a la mitad de la elección no hay condiciones de triunfo van a ensuciar todo lo que se les ponga enfrente.
Y cuando la perra es brava, hasta los de casa muerde.
