Por Alejandro Mondragón
Dos cosas quedaron más que claras al equipo compacto de Alejandro Armenta Mier, después del encuentro privado que sostuvieron la semana pasada.
La primera: aquellos que queden fuera de posiciones en Puebla se irán a Veracruz con Rocío Nahle, de resultar la ganadora.
La segunda: que la operación política y electoral de su campaña recaerá exclusivamente en dos de los suyos: Samuel Aguilar Pala y José Luis Figueroa Ortiz.
Aguilar Pala está con Armenta desde el 2008, en su paso por la dirigencia del PRI en los tiempos de Mario Marín. Operó parte de la campaña del priista Alberto Jiménez Merino en 2019 contra Luis Miguel Barbosa, de Morena.
Y Figueroa Ortiz fue el encargado de llevar al Senado, comitivas de poblanos de todos los sectores, durante la presidencia de la mesa directiva de la Cámara Alta de Armenta.
Ambos manejarán todo, así que nadie le venda que Julio Huerta o Andrés Villegas se encargan de la operación electoral porque es mentira. ¿Ya se les olvidó que manejaron el Consejo Estatal para excluir a Alejandro de la encuesta estatal por la gubernatura?
La semana pasada, Armenta se reunió con sus bases. Literalmente les jaló las orejas, que nadie sienta que tiene el lugar seguro, que no va a tolerar actitudes triunfalistas ni prepotentes.
Les aseguró, Armenta, que espacio hay para todos, incluso les dijo que apoyará en Veracruz a Nahle, por lo que les prometió que allá también habrá lugar.
Les adelantó que la próxima reunión con ellos, su restructura, será el 14 de febrero.
Eso sí, les recomendó a todos los que aspiren a un cargo de elección popular, tener para esa fecha sus papeles en regla y sin problema alguno.
Avisados están.