Por Alejandro Mondragón
En un acto de absoluta desesperación, Claudia Rivera Vivanco colgó en sus redes un video en el que aparece de la mano de Alejandro Armenta Mier y en pleno ataque contra Pepe Chedraui para declararse la ganadora de las encuestas.
Sí, con evaluaciones de supuestas casas encuestadoras, afirma que será la candidata de Morena a la alcaldía.
Entendible que recurra al golpe bajo contra uno de los oponentes, pues ya sabe que Morena resolverá a favor del empresario José Chedraui, como su carta a la presidencia municipal de Puebla.
Se convirtió en “necesario” para sumar votos de las clases medias, empresarios y universitarios que repudian a esa izquierda trasnochada de la señora Rivera Vivanco.
Un perfil como el de ella o algún otro originario morenista pone en riesgo las cuatro diputaciones federales, el senado y mandaría a tribunales una eventual victoria de Armenta.
Lo que representa Chedraui es lo que ya no da la base electoral de Morena: votos en clase media para arriba, en uno de los bastiones panistas del país.
Las evaluaciones serias indican que el empresario está tres a uno sobre la exalcaldesa y cuatro a uno respecto a Alejandro Carvajal.
Tampoco crea que existe alguna negociación. Las encuestas confirmarán que lo que suma votos, y garantiza la plaza es Pepe Chedraui.
Se comprende que este grupo de Rivera Vivanco ande nervioso, sobre todo después del primer embargo mercantil contra el gurú Roberto Zataraín Leal por 8 millones 899 mil 914 pesos, más los que se acumulan en las próximas semanas por temas inmobiliarios en la Calzada Zavaleta y La Vista.
Los problemas legales para estos personajes son de escándalo.
Lo cierto es que el uso de la imagen de Armenta por parte de Claudia para atacar a Chedraui parece que fue permitida, porque es la fecha en la que no se deslinda Alejandro de quien tanto lo atacó en la lucha por la gubernatura.
El doble juego del origen es destino.