Por Jesús Manuel Hernández
Cuestión de días, de horas, para que las definiciones in péctore se hagan públicas y trasciendan a los mortales, a los seguidores, a los adoradores, a los promotores, a los cómplices… Y por qué no también a los enemigos.
Para la mayoría de los iniciados en la 4T el tema de Puebla estará sujeto a la decisión final que se tome para candidata o candidato en la Ciudad de México.
Para estos iniciados solo quedan 4 personas, las que siempre estuvieron desde el principio con una salvedad, la decisión del INE de designar a 5 mujeres de 9 candidatos a gobernar, y ese asuntillo les obligó a meter a un tercero en discordia.
Para los iniciados las figuras centrales han sido siempre los primos, Nacho y Alejandro, quienes se han valido de operadores, dinero, argumentos, dinero, propaganda, más dinero, para convencer, y ejerciendo “el arte de la política” como lo definían los viejos ciudadanos: “La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y el voto de los pobres con el pretexto de proteger a los unos de los otros”, ni más, ni menos.
Los iniciados opinan:
El presidente quiere a Nacho, la dueña del bastón de mando no lo quiere, le gustaría más Armenta.
Y si fuera mujer el bastón de mando se inclinaría por Olivia, el presidente no tiene candidata.
Los iniciados observaron un desempeño acelerado de otra figura en las últimos meses en un intento de posicionar a una tercer figura, hombre, para prevenir cualquier eventualidad, o, piensan algunos, para hacer cumplir el verdadero deseo presidencial, y es de ahí de donde consideran que el pleito de los primos y en caso de ser hombre el elegido aparece Rodrigo Abdala quien se sacaría la lotería.
Total, los iniciados consultados no ven más opciones; con esta premisa se refuerza la idea de que el gobernador si fue tomado en cuenta.
Los mismos iniciados observan que la figura de Julio es más cercana a Alejandro que a Nacho, con lo que se adivinaría el verdadero motivo de estar alineado con Claudia, la del bastón de mando.
Total la decisión está tomada solo que ni el uno, ni la otra, ni el tercero en discordia, lo saben, pero todos están advertidos de que para que esto funcione deben permanecer unidos, por eso las convocatorias aldeanas y nacionales y el cese de golpes bajos, algunos muy bajos.
Y es que como se decía en la antigüedad, “cuando el abad está contento, lo está todo el convento”.
O por lo menos, así me lo parece.