Por Valentín Varillas
No, no es nuevo el acercamiento entre Alejandro Armenta y miembros de lo que fue el grupo político cercano al ex gobernador José Antonio Gali Fayad.
Obviamente, el caso que más llama la atención es el de Mario Rincón, por la saña con la que se golpearon en campaña, cuando pelearon por aquella diputación federal en el 2015.
En el organigrama de la estructura que está conformando quien pretende convertirse en candidato de Morena al gobierno del estado, Rincón “coordina” la región 5.
Esta incluye los municipios que forman parte del distrito federal número 7 con cabecera en Tepeaca.
Es decir, la zona geográfica del estado que tanto Armenta, como el propio Rincón, han trabajado políticamente.
Desde noviembre del 2021 se dio el amarre, el pacto, la integración de facto al “proyecto”.
A partir de esa fecha, el ex titular de Gobernación municipal en la gestión de Tony, opera con algunos liderazgos, le organiza mítines y eventos de apoyo, en donde consigue promesas de amor de parte de las “viudas” políticas que se quedaron en la más absoluta soledad.
Unos, desde el rompimiento político entre Gali y RMV.
Otros más, quedaron en la orfandad después del helicopterazo.
Sin embargo, más allá de Rincón, existen otros personajes de relevancia que en su momento sirvieron a Gali y que hoy tienen como amo al actual líder del Senado.
El caso de Socorro Figueroa, por ejemplo.
Recientemente, Armenta le dio la responsabilidad de coordinar el trabajo a favor de su proyecto político en la capital del estado.
Un cargo que no debe de ser considerado como “menor”.
Se trata de la fuente potencial de votos más importante de todo el estado.
Figueroa, antes priista e incondicional a Mario Marín Torres, fungió como directora de Abasto y Comercialización municipal, cuando era edil Gali.
Sabe de sobra como operar políticamente con organizaciones y grupos que controlan, entre otras cosas, a los locatarios de los mercados municipales y sobre todo: a quienes llevan las riendas del comercio informal.
Conoce también la forma en la cual pueden “apoyar” financieramente el proyecto de Armenta con recursos que no pueden ser detectados por los órganos de control interno de las autoridades electorales.
Mejor, imposible.
De esta manera, es evidente que los reacomodos y ajustes en la política poblana están a la orden del día.
Enemistades irreconciliables se convierten de repente en alianzas entrañables.
Los milagros del dios-hueso, no hay otra explicación.
Y lo que nos falta por ver, a medida que se acerque el momento de las definiciones.
Qué razón tiene aquella sabia y popular máxima que asegura que los muertos políticos son un mito genial.
Resucitan, reencarnan y en la Puebla de hoy, vendrán a cambiarlo todo.
Absolutamente todo.
