23-11-2024 01:31:53 AM

El desplante a Armenta

Por Valentín Varillas

 

Sucedió durante la ceremonia de conmemoración de un año más de la gesta heroica de los Niños Héroes de Chapultepec.

Se viralizó un video en donde el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el panista Santiago Creel, fue obligado por un elemento de seguridad a separarse del grupo que encabezaban el presidente López Obrador, además de los titulares de Sedena y Marina Luis Cresencio Sandoval y Marina Rafael Ojeda.

Iban también Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la CDMX, el presidente de la SCJN Arturo Zaldívar y la esposa del jefe del ejecutivo federal, Beatriz Gutiérrez Müller, quien de acuerdo a las imágenes, pareciera que dio la orden de correr a Creel Miranda del contingente.

Al morenista Alejandro Armenta, presidente del Senado, le hicieron el mismo desplante que a Creel.

Hemos visto con toda contundencia que quienes son parte de la llamada 4T, no se caracterizan por honrar los protocolos básicos de la cortesía política.

Pero normalmente los desplantes son con sus opositores políticos, no con los que en teoría son “de casa”.

¿Qué pasó?

¿Andan enojados con él en Palacio Nacional?

No deberían si, como ellos mismos aseguran, su llegada a la presidencia de la cámara alta del Legislativo Nacional fue palomeada por López Obrador y no resultó producto de una traición de Ricardo Monreal, padrino político y protector de Armenta.

¿O todavía tienen dudas?

De ser así, el poblano estaría en el peor de los mundos.

En un auténtico limbo.   

Y es que, desde su llegada a la importante posición que hoy ocupa, ha hecho todo lo posible por demostrar su fidelidad y compromiso con el proyecto del presidente.

A contrapelo inclusive de las acciones de Monreal, que cada vez se aleja más de los afectos y lealtades de Andrés Manuel.

No sería casual, en este contexto, el más reciente regaño público que Armenta recibió por parte del zacatecano en plena sesión, acusándolo de darle demasiados espacios de interpelación a los representantes de la oposición, durante la comparecencia del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.

Este hecho lo relató el periodista Salvador García Soto.

Y eso, aunque se niegue, más que forma, tiene mucho fondo.

Monreal no es de exabrutos, ni siquiera en las coyunturas más complicadas que ha tenido que atravesar en este proceso de inminente rompimiento con el presidente de la República.

¿Síntomas de fractura?

Porque Armenta también se ha mostrado muy institucional y dócil en lo que a la política poblana se refiere.

Ha estado al margen de cualquier tipo de grillas y conflictos y cada vez que puede resalta el papel del gobernador Barbosa como jefe político del estado.

A pesar de que le han tratado de amarrar navajas e involucrarlo en la irreconciliable fractura Barbosa-Mier.

Un cambio radical.

Una mutación diametral.

No cualquiera pasa -en un espacio tan corto de tiempo- de encabezar un complot para asesinar al candidato a la gubernatura de tu propio partido, a llenarlo de elogios y loas  públicas, cada vez que surge la oportunidad.

La apuesta es sencilla pero muy ambiciosa: convertirse en el único perfil viable para echar a andar un Plan B rumbo al 2024, en caso de que no empaten las propuestas de Palacio Nacional y Casa Aguayo.

Romper políticamente con Monreal, además de pactar con Dios y con el Diablo para conseguirlo, parecen costos muy bajos a pagar, si se comparan con el tamaño de la obsesión que tiene el ex priista de convertirse, a como dé lugar en gobernador del estado.

Obsesión que, por cierto, se gestó cuando era parte del círculo íntimo, de la auténtica y poderosa burbuja de Mario Marín.

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