25-04-2024 03:33:21 AM

Diablillas en el Hospital Ángeles

Por Alejandro Mondragón

 

Considerado modelo en la medicina privada, el Hospital Ángeles de Puebla se olvidó de ello y, ahora, sus directivos sólo se ocupan de los estados financieros de sus pacientes.

 

Tan mal andan las cosas que el nosocomio perdió la certificación de calidad que recayó en el Hospital de Puebla.

 

La complicidad por ganar dinero a costa de la salud tiene al Ángeles en el caos de la complicidad y negligencia.

 

Hay tres personajes señalados Elizabeth Castro Millas, directora General; Estefania Acevedo García, coordinadora de Atención a Médicos; y Enna Medina coordinadora de Psicología.

 

De acuerdo con personal del nosocomio, las Áreas están desatendidas; no existe una relación ética y profesional.

Los principios de calidad en el servicio son demeritar el trabajo que se realiza  por parte de los administrativos y médicos que no se prestan a sus corruptelas.

 

La exigencia de tener objetivos se cambió a tener solamente Estados Financieros que convengan al Dirección del Hospital.

 

Acevedo y Medina presionan y acosan a los doctores para que envíen sus pacientes a realizar estudios médicos, análisis químicos y de hospitalización, sin que lo requieran los enfermos. 

 

En los pasillos se escucha la inconformidad de los médicos para cumplir esta exigencia financiera.

 

Han instado a desprestigiar a médicos que cumplen su labor ética. Un ejemplo está en el Área de Bioética, donde se expulsó a una doctora eminente, simplemente porque marcó los puntos que se tienen que llevar en cabo y ese motivo fue suficiente para que Enna Medina aconsejará a la directora y se tomaron determinaciones.

 

Otros médicos callan porque es su fuente de trabajo. El desconocimiento de las Áreas en un Hospital por parte de Estefania Acevedo es latente. Otro caso radica con el tratamiento de pacientes oncológicos.

 

Los pacientes que llegan de otros hospitales y ciudades siguen en espera de las órdenes de compra de medicinas y los aparatos suelen estar en mantenimiento.

 

El retraso es evidente y el malestar peor, porque los convenios externos ya fueron pagados para su tratamiento.

 

Las diablillas del hospital Ángeles que sólo van por consolidar los estados financieros, no de salud.

 

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