Por Jesús Manuel Hernández
La visita presidencial a Puebla siempre ha constituido un hecho que marca agenda política, sobre todo en los tiempos del poderoso tricolor, cuando los mandatarios venían o designaban orador oficial para la ceremonia de Puebla.
Uno de los puntos clave previo al momento de la sucesión gubernamental era saber quién sería el orador en la ceremonia. Muchas anécdotas podrían contarse de esos momentos.
Y no puede deslindarse de este protocolo lo sucedido el jueves de la semana pasada en la ceremonia y desfile presididos por López Obrador y una buena parte de su gabinete y su círculo más cercano.
Mucho se especuló sobre la aparición en escena de Ignacio, Nacho, Mier Velasco, el líder de los legisladores de MORENA y quien acompañó a AMLO mucho antes de lo que algunos saben. Nachito, como le llaman sus amigos, tendió puentes de plata con el primer círculo de López Obrador desde los tiempos de la campaña presidencial, Andrés Manuel le tiene afecto, eso se nota.
En cambio en Puebla, sobre todo en los primeros círculos del poder, el nombre, el apellido, caen como vinagre, producen retortijón y asoman las agruras. Simplemente repásense los archivos de las conferencias matutinas del gobernador en busca de comentarios, indirectas, directas y chifletas, dirían en el barrio.
Pero Nacho Mier y quienes le siguen, han continuado tejiendo fino y el 5 de Mayo se vieron algunos resultados.
Nadie lo destapó, nadie se pronunció por él, quizá ni siquiera le dieron importancia a su nombre en las presentaciones oficiales, no fue orador, simplemente llegó y el Presidente hizo todo lo demás, lo mostró en público, en la primera fila.
Dicho de otra forma, en el viejo lenguaje del sistema político conocido y aceptado y, muchas repetido al margen de las ideologías, Nacho Mier fue balconeado con la bendición del Presidente.
Un hecho significativo tuvo lugar, lo revela una fotografía que circuló en redes sociales. Cuando el maestro de ceremonias lo presenta frente al presídium, Nacho ocupaba la primera silla al lado derecho del Presidente, justo a un lado del podium de oradores, se levantó al escuchar su nombre e hizo el ademán de saludo y afecto al Presidente.
La imagen captura una escena que revela, más que mil palabras, diez de los funcionarios del gabinete incluyendo al Presidente aplauden y ven hacia donde estaba Nacho, el gobernador Barbosa, en cambio, aplaudió pero volteó para el lado contrario.
Ya en el desfile, casualidad, ocurrencia o sembrando acuerdos, Nacho Mier aparece junto a Eduardo Rivera Pérez, para muchos el candidato más fuerte de la oposición a Morena
El 5 de Mayo constituye un escalón más en la carrera por el 2024 en Puebla.
O por lo menos, así me lo parece.