Por Guillermo Alberto Hidalgo Vigueras
De nueva cuenta tenemos encima este evento llamado “el Buen Fìn” que algunos toman como la gran oportunidad del año y los detractores dicen y piensan, que es un engaño, una burla para el consumidor y que las empresas sólo mienten para poder vender en estas épocas aprovechando de los dineros de fin de año, en algunos casos ya se les empieza a adelantar el aguinaldo y en otros, simplemente se endeudan para poder “aprovechar” las ofertas que se dan a los posibles compradores.
Los cierto, es que la probabilidad de que tanto aplaudidores como detractores, están de alguna forma en lo correcto es alta, por un lado tenemos malos o deshonestos comerciantes (no todos) que lo único que hacen es subir los precios de sus productos para que en estos días se simule una reducción que nada tiene que ver con la realidad y que la gente piense que de verdad está adquiriendo una verdadera ganga.
Por otra parte, tenemos a los compradores compulsivos (que los habemos y muchos) que si no se controlan, lo único que hacen es endeudarse de nueva cuenta por compras que apenas están terminando de pagar de hace un año y en algunos casos hasta de dos.
Y al final, tenemos los que están seguros que este evento es una gran y real oportunidad para reactivar la economía de nuestra sociedad y del país entero, lo cierto es que como comenté en un principio, todos tienen su razón y de alguna manera están en lo cierto.
El problema, es que como resultado de la pandemia que aún estamos padeciendo, le economía de los hogares se ha venido mermando gracias al desempleo, entre otras cosas, generado por la misma y otras razones, como los malos gobiernos que en nada han abonado en ayudar de verdad al ciudadano.
Por lo que, en la opinión de un servidor, deberemos todos tener una mente verdaderamente abierta para poder detectar que es lo que de verdad necesitamos en casa y no abrir un hoyo para tapar otro que cada vez se hace mas grande y solo mete en mas problemas a nuestros hogares, desatando problemas después de prestamos innecesarios, empeños y hasta verdaderos conatos de inseguridad en nuestra sociedad.
En fin, que la última palabra siempre la tendrá nuestro respetado lector, ¿cómo quiere su tranquilidad? permanente o a 3, 6, 9, 12 y hasta 18 mensualidades…sólo usted puede decidir la tranquilidad de su familia y de su casa.
¿O no?
Juzgue usted.