Por Jesús Manuel Hernández
La alianza de partidos políticos contra MORENA, tuvo buenos resultados en el ámbito aldeano, a juzgar por los números de las elecciones pasadas.
La experiencia ahora está siendo sometida a una análisis interno de cada partido para saber si procederá o no repetir la “pichada” y buscar el ponche del bateador en el 2024.
Y en ese escenario el Partido Acción Nacional lleva la carga de convocar, de sumar y de proponer, y su actual presidente, Marko Cortés, aparece como el principal interesado en operar la selección de precandidatos, armar la estructura y quizá, si la liga se estira y hay extra innings hasta le pondría alcanzar para ser el elegido.
Para ello el michoacano necesita crear, concesionar, cooptar, lo que en el no muy viejo sistema priista, tecnócrata, se puso de moda en algunas dependencias: crear los puntos de venta en el país, nombrar encargados y establecer una especie de complicidad blanquiazul, con miras siempre al 24.
Quizá así se entiendan las confrontaciones de los panistas-panistas-poblanos contra la presidenta Genoveva Huerta, quien de la noche a la mañana ha trascendido en su cercanía con Marko Cortés y se ha convertido, nunca mejor dicho, en la operadora de la terminal del punto de venta del PAN en Puebla.
A Marko le corresponde concentrar el dinero, el activo económico y político bajo la premisa de “estamos juntando para un proyecto”.
Lo mismo decían los operadores tricolores, los gestores para bajar recursos o para cancelaciones de multas o palomeo de obras.
Y si Marko es el “concentrador”, a doña Genoveva le toca el papel de “recaudadora”. O es que alguien, a estas alturas no se haya dado cuenta de que el verdadero propósito de su reelección al frente del PAN poblano no es sólo frenar al grupo de Eduardo Rivera, sino de cumplir con el compromiso ante el CEN de seguir entregando los recursos económicos para el “proyecto” del 24.
Pocos son los panistas de viejo cuño apostados por frenar el sistema de complicidad aldeana. Quedarán algunos de buena fe, otros en cambio enarbolando las banderas opositoras para poner en valor al PAN que los poblanos querían antes del morenovallismo.
Y mientras tanto, figuran también quienes fomentan ya una “triple alianza” desde la próxima legislatura federal para buscar las opciones estatales, se les ve más ahora que en campaña.
En fin, el PAN acaba por ser presa de las ambiciones del concentrador, Marko, y la recaudadora, Genoveva… Aunque en el PRI también se cuecen habas.
O por lo menos, así me lo parece.