Por Rocío García Olmedo
Convertida hoy, como muchos y muchas de Ustedes en los nuevos enemigos del señor Presidente porque formamos parte de la “clase media” que aspiramos, que leemos, que estudiamos y que hemos trabajado duro para tener una vida mejor. Y siendo parte de ese sector de la población que somos las mujeres, “aspiracionistas” natas y permanentes, impulsoras de nosotras mismas y de nuestras hijas e hijos, como lo fueron nuestras madres y nuestras abuelas, para inculcarles ser los mejores y las mejores en lo que sea que se dediquen en sus vidas; pero que además, formo parte de esos muchos colectivos de mujeres organizadas que luchamos por avanzar en nuestros derechos, lo que tampoco le gusta nada al Presidente. Por encima de todo ello, es importante hacer un análisis también, de lo obtenido por las mujeres en la pasada elección.
Sin duda hay avances, más de 71 mil mujeres hicieron campaña para un cargo de elección popular. 6 gobernadoras fueron electas, Baja California, Colima, Tlaxcala, Campeche, Chihuahua y Guerrero. Logro muy significativo a pesar de la forma en que fue postulada la gobernadora electa de Guerrero. 246 mujeres diputadas federales de las cuales 140 llegan por la vía de la mayoría relativa, el 49.2% del total de la Cámara de Diputados y Diputadas. En los 30 Congresos locales se logra incrementar su inclusión en un 50%, 15 Congresos locales incluso tendrán mayoría las mujeres, en el Congreso de Puebla de 41 diputaciones 20 corresponderán a mujeres. Aun cuando en el nivel municipal avanzamos, todavía hay un gran pendiente. En Puebla solo 39 mujeres serán presidentas municipales.
Cuantitativamente avanzamos, sin duda el impulso legislativo en materia de paridad fue determinante para este impacto positivo en el número de mujeres que ocuparán cargos de representación política. Ahora esperemos a observar cómo ejercen dicha representación en el ejercicio de sus mandatos para estar en disposición de medir lo cualitativo, porque como bien se ha dicho “cuerpo de mujer no asegura conciencia de género” ya que hay muchos pendientes hasta para regresar programas que ya habíamos conquistado y que han sido retirados por este gobierno, así como mejorar programas y acciones de gobierno para otras mujeres.
Sin embargo, la problemática a la que se enfrentaron y enfrentarán en el ejercicio de su cargo todavía está lejos de ser resuelta, la parte estructural hay que seguir trabajándola, continuar previniendo las violencias políticas que se ejercen, pero fundamentalmente para generar las acciones para atenderla y continuar incidiendo en la normativa para sancionarla.
Faltantes todavía muchos. Hemos sido testigas y testigos de los niveles de violencia que se vivieron en este proceso electoral dentro y fuera de los partidos políticos, las campañas demuestran lo expuestas que están las mujeres a cualquiera de los tipos de violencias y la enorme inequidad que todavía existe.
Se contabilizaron más de 80 asesinatos, de los cuales 32 eran ya candidatos o habían anunciado sus aspiraciones. Para el estado de Puebla, la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez informó de 398 casos de seguimiento de agresiones a candidatos en el actual proceso electoral, cuatro en Puebla, 13 asesinatos y 11 privaciones temporales de la libertad.
Aun cuando se estableció el Acuerdo del Consejo General del INE y en el estado de Puebla incluso lo estipula la normativa, no fue cumplida por los partidos políticos la obligatoriedad de que los candidatos postulados no estuviesen en alguno de los supuestos conocidos como 3de3 y en esto como bien señala la Abogada Andrea Medina, “aunque no exista una sentencia, los partidos deberían tener un mayor sentido ético y no presentar a candidatos que estén denunciados”. Se volvieron a presentar desde los partidos políticos obstáculos para la participación de las mujeres, desde la falta de entrega de formatos para registrar aspiraciones hasta el apoyo económico.
Es necesario revisar también con mucho cuidado, el tema de usurpación de identidad de género, sucedió en Oaxaca en 2018 y acaba de suceder en Tlaxcala en este proceso, hombres que se hacen pasar por mujeres para que vía el cumplimiento del principio de paridad sean postulados, este vacío jurídico hay que abordarlo, como también la inclusión de la delincuencia organizada en el proceso electoral. Hay también que seguir empujando la obligación de integrar la base estadística nacional de violencia política contra mujeres por razón de género.
Se avanza sí, pero se tiene que continuar perfeccionando la inclusión de mujeres a efecto de no permitir que se agudicen las desigualdades y las violencias. Ajustaremos la estrategia a seguir y continuaremos impulsando la agenda de la igualdad de las mujeres, porque aunque no guste a este gobierno fallido, “aspirar” es motor en la vida de todas nosotras las mujeres.
Sí, formamos parte de esa “clase media” que aspiramos, que leemos, que estudiamos y que hemos trabajado duro para tener una vida mejor. La diferencia está en que nuestro objetivo es: lograr todos los derechos para todas las mujeres.