Por Alejandro Mondragón
La ruta elegida para garantizar la mayoría del Congreso del Estado apunta a personas, no partidos.
A partir de cuántos legisladores morenistas estarían seguros, entonces se formalizarían alianzas con aquellos abanderados dispuestos a sumar al proyecto de la 4T.
No se trata de ninguna novedad. Otros gobernadores han adoptado este modelo de corriente política para sumar a personajes afines en partidos opositores.
Lo hizo el bartlismo, melquiadismo, marinismo y morenovallismo.
Ahora, habrá que irse preparando a la corriente barbosista que sin importar colores partidistas sumen a la causa de la 4T… y tendrán cabida en el reino del señor.
Puede Morena y sus aliados la mayoría legislativa para 2021 en Puebla, pero con otros personajes se vincularían bajo la expresión barbosista.
Si uno analiza el paso de Barbosa por el Senado de la República esa fórmula la aplicó con personajes de otros partidos políticos para sacar adelante iniciativas de Ley propias y de sus aliados.
Por supuesto, los personajes han sido identificados, ubicados y acercados para la operación política 2021, en donde –como en el Senado- el único responsable era Barbosa.
Si Morena quiere ir por su lado que no se sorprenda si la mayoría legislativa responde a los intereses de Barbosa, no del partido.
Igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende hacerlo.
