23-11-2024 10:24:52 PM

¿Morena o Barbosa?

Por Jesús Manuel Hernández

 

En repetidas ocasiones el gobernador Miguel Barbosa ha dejado entrever que MORENA Puebla no pasa por sus mejores momentos y aunque se ha abstenido de participar públicamente, hasta ahora sólo ha dejado sentado que no le disgusta la semblanza de Gabriel Biestro para ocupar el Palacio Municipal, asunto que el actual diputado ha fomentado desde sus cuentas en redes sociales donde ha adoptado un papel casi de historiador, de contador de leyendas poblanas, como si esta actitud le permitiera entrar en la sociedad poblana.

Su estrategia recuerda mucho las usadas en el pasado por David Villanueva, Mario Riestra y en estos tiempos también por Marcelo García Almaguer, quizá todas tengan el mismo común denominador, la misma mano que mece la cuna desde hace unos años en la estrategia de medios, llegarle a los poblanos hablándoles de Puebla.

Curiosamente en otros escenarios de la ciudad se percibe que muchos de los “líderes” de facciones políticas han empezado a negociar, han cruzado el puente de plata y aceptado las primeras conversaciones para ir planteando cómo en las elecciones de 2021 pudiera garantizarse que el Congreso de Puebla no sería contrario al gobernador, aunque esto no signifique forzosamente que el sello ideológico sea el de MORENA.

Estas divisiones internas, esta lucha al estilo del antiguo PRD ha puesto al descubierto que las alianzas estratégicas serán sólo y siempre y cuando traigan un beneficio a quien ocupa Casa Aguayo.

La peor ofensa que pudiera recibir Miguel Barbosa en el proceso electoral del próximo año, es que el Congreso del Estado quedara en manos de la oposición.

De ahí que por ejemplo Movimiento Ciudadano que se apuesta por participar de forma independiente, podrá hacerlo, pero recibirá el apoyo del poder estatal para que gane donde les interesa a ambos y garantice que su voto será favorable a Barbosa. Fernando Morales, el otrora enemigo de Moreno Valle y después aliado cuando dirigió al PRI viene acercándose gente para participar en el 21 siempre y cuando muestren su lealtad a Barbosa.

En el PAN las cosas se han complicado un poco en esta estrategia. Eduardo Rivera, “El Maestro”, se acerca con todo aquel que levanta la mano para cualquier cargo de elección del próximo año, muestra solidaridad, reconoce la participación y ofrece respaldo en caso de necesitarse. Y es que Rivera se ha convertido en una pieza clave para garantizar la mayoría en el Congreso, aunque su papel sea ser candidato a Presidente Municipal, su impacto está siendo usado como una especie de imán, un líder que atrae a otros líderes y plantea, fuera del escenario local, una propuesta de alianza entre las partes donde el morenovallismo sea totalmente desechado.

Para los curiosos sólo habrá que investigar quiénes son los principales asesores de Rivera, no poblanos, dónde se reúnen con él y dónde esos mismos asesores reciben a los enviados del gobernador. El mundo es un pañuelo.

No cabe aquí un juicio sobre si debe o no haber un acercamiento, el gobernador tiene un papel histórico, sabe perfectamente que por su estado de salud difícilmente tendría otro cargo de elección popular, por tanto, está apostado a hacer cuanto puede por cambiar el rumbo del estado en estos cuatro años y tanto él como quienes le quieren arrebatar el poder, tienen todo el derecho de ejercer su libertad para hacer política y sumar a quienes en el camino andan sueltos o perdieron el rumbo y simplemente tienen enemigos comunes. Dicho de otra forma, el pragmatismo sigue vigente y también pasa por los nuevos y viejos panistas.

El próximo escenario curiosamente depende en una buena parte del crecimiento o estancamiento de Claudia Rivera Vivanco a quien los militantes de origen de MORENA, siguen viendo como la mejor opción. Las siguientes semanas serán claves para ir descubriendo la maraña de concupiscencias políticas.

O por lo menos, así me lo parece.

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