28-03-2024 10:33:30 AM

Subir a Calderón

Por Valentín Varillas

 

El presidente López Obrador anda enganchado con Felipe Calderón.

Casi todos los días, en su famosa mañanera, hace referencia a algún asunto relacionado con su gobierno.

Y siempre para mal.

La provocación presidencial, invariablemente, tiene como consecuencia una respuesta inmediata.

En sus redes sociales, Calderón le contesta a AMLO; argumenta, se defiende, contraataca.

El enfrentamiento despierta el apetito de los usuarios de estas redes.

A favor o en contra, se desatan encarnizados debates sobre el o los temas que muy temprano subió el presidente a la agenda nacional y que involucran al ex – panista.

En ocasiones, cuando el tema da, es retomado en programas de análisis que se transmiten en radio y televisión.

Cuando de plano se genera un escándalo, el propio ex – presidente es entrevistado en los principales espacios noticiosos de los medios tradicionales.

Con una frecuencia, durante días o semanas enteras, los saldos del sexenio de Felipe Calderón ocupan una parte importante en el centro neurálgico del debate público nacional.

Esta constante exposición, mantiene a Felipe en un escaparate permanente.

Una vitrina invaluable que lo perfila como la figura opositora por excelencia a la famosa Cuarta Transformación.

Por eso, no es aventurado concluir que el propio Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en el principal publicista de Calderón.

Que sus ataques y críticas redundan en un posicionamiento importante de su principal adversario político.

Y que al final, mal o bien, lo importante para un político es que se hable de él.

Y en la práctica, así es.

Encuestas sobre preferencias electorales rumbo al 2021, arrojan un potencial de votos para México Libre, el partido de los Calderón, por arriba del 10%.

Un número potencialmente certero para definir la diferencia entre ganadores y perdedores en la conformación de la próxima Cámara de Diputados a nivel nacional.

Para nadie es un secreto el hecho de que, la simpatía hacia este partido viene de votantes o ex –militantes del Partido Acción Nacional.

De esta manera, al subir a Calderón a la arenga política, al darle juego y publicidad, lo que está haciendo el presidente es fracturar el voto de quienes serán sus principales rivales en el proceso electoral federal del próximo año.

Aplicar a rajatabla aquella máxima de “divide y vencerás”, tan elemental en el juego político nacional.

Lo interesante del caso es que, Felipe y compañía, están felices de beneficiarse con esta realidad.

Lo único que les importa realmente es el posicionamiento de su partido, el gozar de las prerrogativas a las que tendrán derecho y gozar del pequeño pedacito que les tocará en el tan devaluado sistema de partidos.

Saben que su relación con el panismo es irreparable.

Que ante la vileza del resto de los institutos políticos, la conformación de una gran alianza opositora que le arrebate a Morena las principales posiciones que estarán en juego en el 2021 es una quimera.

Por eso, buscarán únicamente el escenario que más les convenga aunque para lograrlo, se conviertan en involuntarios aliados del supuesto enemigo a vencer.

Así la realidad de la política mexicana.

¿Cómo iba aquello de que “nadie sabe para quién trabaja”?

 

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