Por Rodolfo Rivera
Justo en el momento en que estaba pasando por su peor momento en cuanto a aprobación social, Andrés Manuel López Obrador una vez más puso en el centro de la discusión nacional el tema que más aborrecen los mexicanos de los políticos: La maldita corrupción en todas sus vertientes.
Sobre la baja en la evaluación que hace la gente de su gobierno, justa o injustamente, al Presidente le tocó la peor crisis social-económica de la Historia contemporánea y eso hace que naturalmente la gente busque responsables o culpables de sus ya enormes problemas actuales. En todo el mundo está pasando: los pueblos están culpando de las muertes y de la crisis económica a sus gobernantes. En cualquier país y cualquiera que sea la filiación de las autoridades: Todos están recibiendo un enorme rechazo social.
Desde luego las oposiciones en cada país también juegan su rol y en México se han cansado de criticar todo lo que hace o deja de hacer el Presidente de la República y todos sus colaboradores. Me pregunto si un Presidente de otro partido estaría haciendo las cosas mejor.
Porque hablando de esa oposición, que venía recreándose en críticas e insultos para el Presidente y compañía, ahora sabemos cómo gobernaban y cómo manejaban el presupuesto y su relación con el Poder Legislativo.
Muchos sabíamos que el gobierno de Enrique Peña Nieto fue corrupto y desde el escándalo de su “Casa Blanca” se vino abajo en cuanto a imagen. Pero lo que ahora sabemos de Emilio Lozoya Austin y su paso por la Dirección de PEMEX nos ha venido a confirmar lo que siempre supimos: El PRI en alianza con el PAN (básicamente) usaron poder y recursos de la paraestatal para hacer negocios, robar y corromper.
PEMEX durante los últimos 50 años o 60 años (al menos) fue la “caja chica” (bastante grande) de los gobiernos en turno. Se extrajeron billones de barriles de petróleo durante todos esos años y con ello ingresaron al país recursos multimillonarios (el petróleo era la principal fuente de ingresos del Gobierno durante muchos años). Eso significaría que deberíamos tener los mejores Hospitales, las mejores carreteras y puertos, los más modernos aeropuertos y los mejores sistemas de seguridad (por sólo mencionar algunas áreas de eficiencia gubernamental).
Pero la realidad fue otra: PEMEX enriqueció asquerosamente a varios Presidentes de la República (incluidos los dos panistas) a todos sus Directores y directivos y desde luego a los líderes de su abominable Sindicato.
Hoy PEMEX está quebrado, ya no hay petróleo en México (al menos no fácil de extraer), sus instalaciones son chatarra y sus miles de trabajadores cobran en sueldos el poco recurso que ya genera.
Pero aún así, siempre representó un área codiciada por empresas privadas nacionales y desde luego internacionales (quienes sí tienen capital y tecnología para extraer el petróleo en México). Y con la cantaleta de que “urgía inversión privada” para nuevamente hacer productiva el área petrolera en México, el Gobierno de Enrique Peña Nieto nos vendió la idea a los mexicanos de que una “Reforma Energética” sacaría al país del atraso económico y tecnológico.
Y sí era cierto. Urgía una reforma energética… pero para quitarle todo el poder a corruptos y Sindicato. Obvio no ocurrió así.
Hoy nos enteramos (la revista PROCESO es prolífica en el tema en su número de esta semana) que el Director de PEMEX y sus colaboradores, en armonía con el Presidente de la República y su Secretario de Hacienda Luis Videgaray, usaron millones (¿cientos? ¿miles?) de pesos para COMPRAR el voto de Diputados priístas, panistas y de otros partidos, para sacar adelante la mentada Reforma y con ello abrir el área energética a la iniciativa privada, la cual seguramente también recompensó bastante bien a los mismos funcionarios.
Una marranada de corrupción, tráfico de influencias y negocios ilícitos entre toda la banda de bribones que eran en su momento funcionarios gubernamentales, de PEMEX y Diputados.
Lozoya está cantando (y aseguran que posee 16 horas de videos, lo cual será DEMOLEDOR en su momento para los protagonistas) y hoy sabemos que bribonzuelos PANISTAS como Ricardo Anaya (líder en ese momento de la bancada panista y después inmaculado candidato presidencial al que “se le persiguió” injustamente por sus transas en Querétaro) y varios más (como los hoy Gobernadores Francisco Domínguez de Querétaro, quien ya sueña con ser candidato presidencial porque está “muy bien calificado” en encuestas pagadas; o Francisco García Cabeza de Vaca de Tamaulipas, ambos Diputados en aquel entonces) recibieron millones a cambio de sus votos a favor para la Reforma Energética. Otros cobraron con contratos y obras.
Esos son los incorruptibles panistas (hay muchos más, como el impresentable Luis Alberto Villarreal, líder también de los Diputados panistas en su momento y a quien vimos bailando con “Montana” y otras teiboleras en Puerto Vallarta, en francachelas con recursos públicos) que hoy no quieren decir esta boca es mía.
El cuento apenas empieza. Hasta hoy todo ha sido dichos mediáticos y trascendidos que han conseguido distintos medios (Reforma, Proceso, Código Magenta, etc.). Pero la parte sustancial será cuidadosamente dosificada. Cuando se publiquen videos será el acabose para el PAN y sus principales líderes y Gobernadores.
Por cierto, muchos tontitos han difundido que el Gobernador Miguel Barbosa también “estuvo coludido” en la trama de recibir dinero de Lozoya. Pero sin ánimo de defender a nadie… Barbosa NO votó a favor de la Reforma Energética, vaya, la rechazó. Valiente tontería haberle pagado a alguien para que votara en contra ¿no? Desde luego son panistas los que quieren embarrar a todos. Como en la Primaria cuando se hacía una travesura: “Sí fui yo, pero también aquel y aquel y aquel”.
Una vez más, pues, Andrés Manuel López Obrador está despertando el ánimo de sus simpatizantes. Una vez más despierta en el inconsciente colectivo de los mexicanos que sí había corrupción –y mucha- durante los gobiernos del PRIAN.
¿Exageración? ¿Estrategia electoral? ¿Desesperación porque bajó en las encuestas? Todo eso y más quizás. PERO de que le funciona, le funciona. Eso es lo que les revienta a sus enemigos, hoy verdaderamente desarmados (y escondidos casi todos).
Quiero escuchar las sesudas argumentaciones de Genoveva Huerta sobre las transas panistas (ya sé cuál será: “Todo es una cortina de humo”). Quiero ver y escuchar a Markito Cortés gritando que su patrón (Anaya) es inocente. O quiero ver nutridas caravanas (de 100 autos… cada vez menos, de panistas de FRENAA gritando contra la maldita corrupción…).
Por supuesto, como lo he dicho de los ratas de Puebla: Que no quede todo en escándalo mediático. Que paguen los corruptos y quienes se han enriquecido a costa de PEMEX y de nuestros impuestos. Al bote los transas.
Por supuesto una cosa es que roben o acepten moches y otra que se les demuestre (tontos no son los rateros). Vaya, seguro Anaya y demás bribones no extendieron un recibo del dinero que les dieron. PERO sí se puede investigar sus bienes (y de sus prestanombres) y comprobar si son acordes a los sueldos que han recibido como servidores públicos. Dicen que Santiago Nieto tiene expedientes completitos de todos.
Y en Puebla la ASE en días también va por los corruptos de antes… y varios ya no tendrán fuero que los proteja. Pronto varios serán compañeros de patio de Eukid Castañón en Tepexi. O bueno ok, algunos serán huéspedes en San Miguel.
¿Ahora me entienden cuando les digo que NO todo está decidido para 2021? Todavía van a pasar muuuuchas cosas. Acuérdense.