Por Jesús Manuel Hernández
Nuevamente el presidente López Obrador asume el papel del gran cocinero de la elección del 2021.
Primero fue la sugerencia de la revisión de mandato en las mismas boletas donde serán renovados 15 gobiernos estatales, la Cámara de Diputados y muchas presidencias municipales y congresos estatales, asunto que fue desechado por varias fuerzas políticas del país.
Como buen cocinero López Obrador da muestras del oficio para ir cumpliendo con la colocación de los ingredientes “mise en place” y tener todo listo para cuando sea necesario meter los platillos al horno.
A la revocación del mandato le siguió el llamado a definirse a favor o en contra de la Cuarta Transformación, con lo que algunos se decantaron.
Después vino la “filtración” del documento apócrifo del BOA, un asunto que de lo anónimo ha pasado a libreto de la serie que busca cómo ganar las elecciones y mantener la mayoría de MORENA.
La gira por varios estados equivale a la visita a los mercados, a los sitios donde se consiguen los productos –votos- para el paquete, banquete, del 2021.
Y recientemente el Presidente aporta otro ingrediente, no sólo hará el papel del cocinero, también se encargará de ser el “guardián” de los productos mientras son cocinados.
El INE no ha tardado en responder, el presidente no tiene facultades para intervenir en la elección, es un asunto de los ciudadanos. Cómo entonces hará López Obrador para ser el guardián, ¿acaso desconfía del INE, acaso no aceptará las decisiones de los órganos electorales en los procesos del próximo año?
Entre los cocineros hay un dicho “quien no se quiera quemar, que no se meta a la cocina”. Y nunca mejor aplicado el refrán, López Obrador está forzando su entrada a la cocina, mientras los números verdes empiezan a convertirse en rojos.
¿Será el temor a perder, la verdadera razón de que el Presidente deje de ser eso, Presidente de todos los mexicanos, para convertirse en cocinero del proceso electoral?
En el mejor de los casos, por el bien de México, ojalá la lista de ingredientes no altere la receta.
O por lo menos, así me lo parece.
