Por Alejandro Mondragón
Es uno de los objetivos prioritarios de la Cuarta Transformación en su combate a la corrupción del pasado.
Se libró ya la orden de aprehensión en su contra.
Y una vez enterado, abandonó el país.
Los más cercanos están sorprendidos porque esperaban que las acciones fueran contra otros más cercanos de la nomenclatura morenovallista.
No fue así.
Su presencia en redes sociales, donde solía tener actividad, se ha reducido a felicitaciones.
Está en carácter de ilocalizable.
Se quedó en casa y el coronavirus es pretexto.
Dicen quienes saben que tampoco tardará mucho en que sea detenido y, por supuesto, exhibido.
Lo que llama atención es el pitazo.
¿Quién lo enteró de la orden de aprehensión para que pudiera dejar el país?
La noticia del nombre causará conmoción en Puebla y sus alrededores.
No es un pez chico.
Se trata de un “caca grande” con aspiraciones.
Lo tienen ubicado en la ruta del dinero.
La Unidad de Inteligencia Financiera está por congelar cuentas de él, familiares y más cercanos.
Pronto se tendrán noticias más precisas.
