Rocío García Olmedo
Hemos comentado ya, que este aislamiento producto de la mayor crisis sanitaria que vivimos, tiene un impacto mayor en mujeres.
Tan sólo hace un poco más de un mes en el país y en todas las entidades de la República, las mujeres alzábamos la voz, -una vez más- cada una desde nuestras trincheras, en marchas, cadenas feministas, conferencias, foros, pronunciamientos, en contra de la terrible realidad de violencias que de todo tipo se ejercen en nuestra contra, y en rechazo total a la impunidad que existe en los delitos que se cometen en contra de mujeres, fundamentalmente en el impacto que genera la más extrema, la que se comete por razones de género, el feminicidio. Señalamos que ya no estamos dispuestas a seguir callando.
Pudimos sumarnos también tan sólo hace poco más de un mes, al Paro Nacional, “Un día sin Mujeres”, “El Nueve Nadie se Mueve” y demostramos el impacto económico que dejó el hueco enorme de nuestro aislamiento.
Tan solo unos días después, nos encontramos inmersos en una cuarentena por la llegada del Covid19 a México -que se vislumbra se alargará- por ello es necesario señalar y volver a señalar, sobre la necesidad de implementar mecanismos especiales de atención, medidas cautelares, líneas de denuncia, fortalecer redes de respuesta, refugios, para proteger a las mujeres y niñas de violencia familiar y sexual durante este aislamiento ya que se ha demostrado, se está incrementando.
Advertir también sobre la violencia cibernética y redes de explotación aprovechando las condiciones de vulnerabilidad de las trabajadoras informales al perder sus fuentes de ingreso, y sobre la corresponsabilidad que debe haber en las responsabilidades del cuidado que muchas veces implícitamente se les asigna a las mujeres.
Bien se ha mencionado, es necesario implementar mecanismos para atender también esta otra pandemia “que es más silenciosa y con altos niveles de impunidad”.
#QuédateEnCasa sí, pero en un #AislamientoSinViolencia.
De la misma manera llamamos la atención sobre los servicios de salud sexual y reproductiva y para mujeres gestantes ya que resulta que al saturarse el sistema de salud, lo que limitan son los servicios claves para mujeres.
El gobierno de Puebla, ha anunciado algunas medidas fiscales y económicas de reactivación económica, que seguramente se irán rediseñando, ajustando y ampliando durante su implementación.
Por ello importante señalar la necesidad de reforzar la protección de los impactos económicos para las mujeres y niñas, ya que son más graves, porque ganan menos dinero, ahorran poco o nada, mayormente se dedican al sector informal de la economía, que se está viendo está siendo muy afectado por esta crisis sanitaria y porque muchas viven en pobreza y pobreza extrema, o en balde el concepto construido de “feminización de la pobreza”.
De ahí que convocamos a implementar mecanismos de compensación para las mujeres y medidas de subsistencia. Es muy importante que se mantengan los presupuestos dirigidos a programas sociales para mujeres.
Y no debemos olvidar que las mujeres son básicas en esta contingencia, no sólo por su aportación al interior de sus familias en el aislamiento; también, porque las mujeres están en la primera línea de respuesta de esta contingencia, son trabajadoras en el sistema de salud del país como médicas o enfermeras, son las trabajadoras en los supermercados, mercados, farmacias, aseo, atienden en oficinas públicas, etcétera, el impacto de su contagio dejaría consecuencias irreversibles por lo que todas ellas requieren que se les asegure los equipos de protección para su cuidado.
En fin, me parece que este plan de contingencia tanto sanitaria como económica que dan a conocer los gobiernos, debe responder realmente a la atención integral que va dejando a su paso ésta epidemia. Para lograrlo sin duda, deben considerar el impacto diferenciada de esta pandemia en las mujeres.