Por Alejandro Mondragón
Nada peor que una pandemia sanitaria es el oportunismo político.
Es el caso del impresentable diputado local, Gerardo Islas Maldonado, quien ofrece una reducción del 50 por ciento de su dieta para canalizar el dinero a las acciones contra el coronavirus.
¡Vaya desfachatez de este morenovallista!
Antes de andar de oportunista debería de terminar de liquidar al personal de Sexenio. Es la hora en que administrativos e impresores siguen en espera de su salario, desde la última semana de enero.
Islas no les da la cara, menos toma la llamada. Y sus ex trabajadores y empleados a joderse en plena pandemia.
Este personaje, además, anda metido en el fraude de la reconstrucción de inmuebles, tras el sismo del 2017.
Con el respaldo de la figura de Agencias Promotoras de la Vivienda (APV) se creó un fondo para el pago con la aportación del gobierno federal por 120 mil pesos; 30 mil pesos a fondo perdido de la APV Hábitat para la Humanidad; y 40 mil pesos que ofreció el gobierno de Puebla. Todo para edificar una casa digna. Ahora multiplique y sabrá el monto de la transa.
Todo se operó desde la Secretaría de Desarrollo Social en la dirección de la Vivienda, se levantó el padrón de beneficiarios y se definieron las estrategias de ministración de los recursos.
Mientras los gobiernos federal y estatal entraban a la maraña burocrática, en Puebla se constituyó otra APV de nombre DRM para que ahí se manejaran los recursos estatales; es decir, los 40 mil pesos por cada vivienda, aportación local.
En la cuenta de DRM se ordenaron canalizar los depósitos para después sacar el dinero, mediante beneficiarios fantasmas.
Las poblaciones donde nunca llegó la reconstrucción fueron San Miguel Tecuanipa, Tochimilzolco, Xochiltepec y Alpanocan, entre otras.
Por eso, quedó incompleto el programa de reconstrucción, porque nunca se integró el recurso estatal al federal y privado. No alcanzó para las casas, porque se quedaron con el dinero.
Desde la dirección general del Fideicomiso Público Comisión Estatal de Vivienda de Puebla se habían detectado más irregularidades.
A Assenet Lavalle Arenas, entonces titular del área en la 4T, le echaron el aparato en redes para sacarla de la posición, en video que circularon los operadores de medios de Islas donde lanza groserías contra empleados.
En realidad, le prepararon un montaje para que dejara de investigar las transas de Islas y compañía.
Se salió la suya.
