Por Karina Fernández
Sin verificar la conectividad de las cámaras de videograbación y botones de pánico con el C5, la Secretaría de Movilidad y Transporte inició la revisión al cumplimiento legal, físico y técnico de las unidades del transporte público.
Cumplido el plazo para que los concesionarios cumplieron con la modernización y dignificación del servicio, el titular de la dependencia, Guillermo Aréchiga Santamaría adelantó que la revisión para las más de 14 mil unidades tardará hasta seis meses en concluir.
Resaltó que las unidades que presenten señalamientos menores por los supervisores se harán acreedoras a una infracción pero contarán con un periodo de tiempo para hacer las correcciones necesarias.
El proceso de revisión
La inspección está a cargo de 30 personas que se desplazarán por todo el estado, aunque la primera etapa de la supervisión al transporte público se desarrolla en la capital poblana.
Por dos semanas se llamará a permisionarios de distintas rutas a la explanada del Estadio Cuauhtémoc y después se trasladarán al interior del estado para verificar el cumplimiento del resto de permisionarios.
Se prevé una revisión promedio de 150 unidades diarias. Cada proceso tarda alrededor de 20 minutos pues incluye la evaluación del estado físico y mecánico de las unidades, así como de su antigüedad.
Aunque habrá un periodo para que los concesionarios con reportes menores corrijan detalles, sentenció que serán retiradas de circulaciones quienes por deficiencias mecánicas representen un riesgo para los usuarios.
Avances se informarán paulatinamente
Aréchiga Santamaría no contó con un reporte oficial sobre el número de concesionarios que habrían cumplido en tiempo y forma con la instalación de equipos de seguridad y modernización de unidades.
“Es un ejercicio que no se hacía en Puebla hace muchos años. No tenemos registro que se haya hecho de manera censal y hoy se trata de corroborar el expediente con la realidad que los poblanos viven día a día”.
Argumentó que por más de 15 años los gobiernos dejaron pasar la revisión de unidades que permitiera verificar su correcto funcionamiento, en favor de los usuarios que hoy padecen un servicio de mala calidad.
