Por Alejandro Mondragón
Puebla ocupa el lugar 27 del país en desarrollo democrático, lo que refleja que la alternancia del poder no necesariamente ha representado un avance para la entidad.
La Fundación Konrad Adenauer Stifung, el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) presentarán este miércoles en Puebla el Índice de Desarrollo Democrático 2019, donde se sitúa al estado con un indicador bajo.
El retroceso mayor se localiza en la democracia de las instituciones (lugar 32) y social (29 ubicación), pero avanza en el índice democrático ciudadano (16 escaño) y económico (12 sitio).
Por quinto año consecutivo la entidad ha estado alejada del avance democrático; sólo en 2011 (con la llegada del morenovallismo) se colocó a la mitad del indicador, arriba de la media nacional, pero después en 2016 quedó en el lugar 31, lo que significa que toda mejora acabó por empeorar.
El índice se elabora con base en cuatro dimensiones:
La democracia de los ciudadanos, que mide un conjunto de indicadores para evaluar cómo se viven las libertades y los derechos ciudadanos y cuáles son los hechos o situaciones que los violentan.
La democracia de las instituciones, que evalúa la calidad de las instituciones y la eficiencia del sistema político en el logro de mejoras democráticas.
La democracia social, que mide la gestión de gobierno para generar mejores condiciones de vida para los ciudadanos de cada entidad.
La democracia económica, que analiza la capacidad de la gestión democrática en cada estado para generar mayor desarrollo económico.
Los esfuerzos ciudadanos y económicos por democratizar a la entidad quedan vapuleados por la ausencia de apertura y participación en instituciones y sociedad.
Qué sigan llegando los carnales a las posiciones de contrapeso del poder, dígase Derechos Humanos y Auditoría Superior del Estado.
Y ya viene el relevo en la Fiscalía General de Puebla.
Síganle.
