Por Alejandro Mondragón
Fueron los principales aliados del hoy gobernador Luis Miguel Barbosa, pero ya acabaron distanciados y, por lo visto, enfrentados.
Cuatro personajes que jugaron un papel clave en el descubrimiento de la supuesta mapachera en el Hotel MM: Alejandro Armenta Mier, Fernando Manzanilla, José Juan Espinosa y Nancy de la Sierra.
Ellos y ella ya alejados del barbosismo, por el que pelearon contra el morenovallismo. Otros a los que el poder dividió.
El nuevo frente: Todos Unidos contra el barbosismo.
La cantada renuncia de Fernando Manzanilla a la Secretaría de Gobernación quita al mandatario una interlocución con grupos y estructuras regionales que lo llevaron a la victoria en el 2019.
A los cuatro habrá que sumar otros que tampoco están en el ánimo: la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco; el asesor presidencial, César Yáñez; y el priista Jorge Estefan Chidiac.
¿Qué une a los enemigos?, un enemigo en común.
Muy temprano para romper alianzas, dejar sin control a adversarios y, quizá lo más complicado: darles una razón para unirse en contra.
La oposición puede capitalizar en el 2021 esta ruptura interna en los grupos de Morena, PT y PES que llevaron a Barbosa al gobierno.
Otros frentes se encuentran abiertos: universitario y empresarial, sin que haya un operador de gobierno que abone a la causa.
Los duros, lejos de enfocarse hacia crear las condiciones para que rinda resultados el gobierno de Barbosa, echan leña al fuego para quitarse de encima a todo aquel que represente un peligro a sus intereses, los cuales no son otros más que ponerse en la lista para suceder al propio mandatario.
Y apenas van cinco meses.
El hilo se romperá por lo más delgado. Y esa parte se llama Gabriel Biestro, a quien le ajustarán cuentas en 2021.