Por Alejandro Mondragón
El dato es brutal: 147.37 por ciento, reportan en alza los feminicidios en Puebla, entre enero y septiembre del 2019.
¿Y la Alerta de Género?
Bien, gracias.
¿Y las reformas legales para acabar con la violencia de género?
También, gracias.
Puebla se encuentra por encima de la media nacional con 14.37 por ciento, señalan los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La entidad registra hasta septiembre 1.33 casos por cada 100 mil mujeres, que es la décima tasa más alta del país, donde el promedio es de 1.12.
Cañada Morelos es el municipio con mayores indagatorias por feminicidio en todo el estado. Son datos duros que evidencian no sólo los esfuerzos vanos de las autoridades por enfrentar este gravísimo problema, sino a la indolencia social frente a los hechos.
En redes sociales el tema de los feminicidios pasan de noche. No fuera que alguien agredió a un perrito o un gatito para que la indignación explote.
Las autoridades han sido rebasadas, las leyes resultan insuficientes y las reuniones para atender la problemática de género sólo sirven para la foto.
En el día a día están los feminicidios, las agresiones a mujeres y, repito, ante una sociedad indolente.
Las universidades, grupos empresariales y agrupaciones sociales poco se involucran en un proyecto de largo plazo, cuyo centro sea la familia.
Si los padres no ensañamos a los hijos a respetar, cuidar y velar a las mujeres estamos formando hijos de puta a los que les resulta taaaan fácil lastimar y matar.
Lo que Puebla requiere hoy son más acciones que impidan a cualquiera salirse con la suya y menos reuniones para salir en la foto.
Urge.
