Por Karina Fernández
Mientras la dirigencia estatal del PRI defendió que la fortaleza de su candidato al gobierno del estado radica en los votos del interior del estado, Alberto Jiménez Merino reconoció que las tendencias no son favorables a su proyecto.
Al término de la jornada electoral, Lorenzo Rivera Sosa, presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI aseguró que su candidato tiene gran reconocimiento al interior del estado, principalmente en zonas alejadas.
Bajo este argumento se aferró a esperar los resultados oficiales del INE en relación a la elección extraordinaria de gobernador y no adelantar triunfos ni derrotas.
Por su parte, el abanderado a la gubernatura admitió que los resultados preliminares no lo favorecen; adelantó que respetará los resultados de la elección e incluso habló de sus planes cuando concluya el proceso electoral.
“A veces se gana y a veces se aprende, pero mi lealtad, disciplina y honestidad no lo he dejado de hacer, tenga las responsabilidades que tenga. Viene seguir trabajando por Puebla, trabajar en proyectos personales, yo tengo la capacidad de reconocer cuando tengo que hacerlo. Lo que reconozco hoy es sólo que las tendencias no nos son favorables”, aceptó.
El priista negó estar cabizbajo pues destacó que esta campaña le permitió recordar historias de trabajo que ha realizado en los últimos 27 años.
Indicó que hasta el momento no tiene invitación de ninguno de sus adversarios para participar en su próximo gobierno, pero dejó en claro que no tiene interés de participar aunque subrayó que seguirá trabajando por los poblanos.
