Por Jesús Manuel Hernández
En todos los círculos políticos hay una percepción generalizada, el gobierno municipal no ha demostrado en los más de cien días que lleva ejerciendo el poder, la experiencia suficiente para enfrentar los problemas de la ciudad.
Soluciones parche al impacto de la imagen como el uso de los tenis, dar en adopción a mascotas, visitar museos o usar un patín del diablo eléctrico, parecen ser una respuesta simplona, a un problema más profundo que pasará en breve por el tema de la gobernabilidad.
Y no se diga el asunto de las Juntas Auxiliares, donde muchas voces advirtieron del problema que se avecinaba y el manoseo de varios diputados locales de varios colores e ideologías.
No existió la contención para generar la gobernabilidad.
Algo similar se detectó el viernes pasado ante la presentación del Dictamen de Entrega Recepción del gobierno municipal. Nuevamente la inexperiencia de los funcionarios, la contratación de un despacho ajeno para asesorar al nuevo gobierno y el desconocimiento de cómo obtener la información de los asuntos pendientes estuvo a punto de generar un galimatías.
Pudo más a título personal la actividad del regidor Enrique Guevara Montiel, de la facción panista, quien hizo ver mal a los demás regidores.
El dictamen no fue elaborado por la Comisión Transitoria para tal efecto, a sus integrantes les entregaron papeles ya redactados, sin consultar, sin intercambiar ideas y, por tanto, quienes los expusieron, se expusieron al ridículo.
Guevara expuso que el dictamen contiene afirmaciones falsas derivadas de información superficial, expedientes incompletos por falta de experiencia en consultar al menos en información del dominio público conservada en las hemerotecas.
En fin, un despacho particular hizo el dictamen, los regidores y el gobierno municipal quedaron expuestos y un regidor experimentado como Guevara Montiel, supo poner a cada quien en su lugar.
O por lo menos, así me lo parece.