Por Valentín Varillas
La Secretaria de Gobernación federal, Olga Sánchez Cordero, vive horas oscuras.
El combate a las bandas dedicadas al robo de combustible, la lucha en contra de la delincuencia –común y organizada-, además del intenso cabildeo y debate alrededor de la creación y operación de la polémica Guardia Nacional, la convierten en la funcionaria más ocupada de la administración de López Obrador.
Sin embargo, existe un tema concreto que es el que más ha afectado y desgastado su relación con el jefe del ejecutivo federal: la negociación para designar al gobernador interino de Puebla.
Aunque parezca increíble, este asunto la ha metido a una dinámica de enfrentamiento con el grupo de los “duros”, tanto en el círculo cercano a Andrés Manuel López Obrador, como al interior del Movimiento de Regeneración Nacional.
En las mesas de negociación que se llevan a cabo en la capital del país, Sánchez Cordero y su escudero, Zoé Robledo, pugnan por dejar que el grupo político del ex-gobernador Rafael Moreno Valle lleve mano en la designación.
Apelando a conceptos como la “justicia” o el “derecho”, ha defendido con todo la posición que ha mantenido el PAN de perfilar a un personaje ligado a sus intereses políticos para que se mantenga al frente del gobierno estatal, en los meses previos a la elección extraordinaria que se llevará a cabo a mediados de este 2019.
No es un capricho, mucho menos una ocurrencia.
Para Olga, se trata de ser coherente con una opinión emitida, al calor del duelo y la presión que sobre ella pesaron en el sepelio de Martha Érika y Rafael.
Designada por el presidente para asistir a la ceremonia fúnebre, por la relación cercana de amistad que Sánchez Cordero tiene con los Moreno Valle, al momento del pésame fue donde implícitamente dejó ver que intercedería para que la gubernatura interina se mantuviera en manos del mismo grupo político.
Existe inclusive un audio revelador en donde no hay lugar a dudas de que se selló el aparente compromiso.
Y bajo esa lógica, la jefa del gabinete federal se ha conducido durante toda la negociación.
Por ella, se descartaron los actuales diputados locales de Morena como aspirantes a la posición.
Por ella, el Movimiento de Regeneración Nacional, a pesar de tener la mayoría legislativa, llega al momento cumbre de las definiciones sin un perfil propio, teniendo que apoyar a alguien externo que puede fungir como contrapeso efectivo al grupo político hegemónico en el estado, para no estar en desventaja en la próxima campaña.
Por ella, se hizo público una especie de acuerdo no confirmado en donde, si era nombrado gobernador interino Guillermo Pacheco Pulido, se comprometía a mantener en sus cargos a los miembros del gabinete designado por Martha Érika Alonso.
Todo esto, tiene muy enojados a personajes como Yeidckol Polevnsky, que cuentan con otra visión de lo que le conviene a su partido y al gobierno federal, en esta complicada coyuntura.
Según ellos, al no haber un impedimento legal para ejercer el derecho que les da el ser mayoría en el Congreso poblano, deben de hacerlo valer a pesar de la tragedia.
Argumentan que se trata de una de las ventajas de haber obtenido más votos que sus adversarios y por lo mismo, un mayor número de posiciones en el legislativo local.
Que la tragedia sucedida el 24 de diciembre, aunque lamentable, no modifica en nada el estado de derecho vigente para estos casos y tampoco debería de alterar las reglas del juego democrático.
La realidad del caso Puebla, con sus avances y retrocesos, es reportada a detalle a Palacio Nacional, y se hace saber puntualmente a López Obrador.
Hasta la madrugada del viernes pasado, ya se manejaba en los pasillos de la sede del gobierno federal, que la encargada de la gobernabilidad interna del país, empezaba a generar dudas de que su actuar en esta coyuntura era congruente con los intereses oficiales.
Sánchez Cordero, sin embargo, es alguien de probada cercanía y lealtad al presidente, que además cuenta con las tablas y la inteligencia como para poder vender como una “victoria épica”, lo que podría ser en los hechos el primer descalabro político de la Cuarta Transformación.
Este lunes, muy probablemente lo sabremos.