Por Jesús Manuel Hernández
Injusto sería culpar a la nueva administración de la inseguridad que padece la ciudad de Puebla. Pero justo es hacer un llamado de atención y preguntar si se ha continuado con las reuniones semanales para no perder el seguimiento logrado los últimos meses. ¿Hay proyecto de contingencia para frenar la delincuencia? No se sabe hasta ahora.
Injusto sería responsabilizar a Lourdes Rosales de todos los males, apenas lleva una semana. Pero justo es señalar que la Presidente Municipal recibió toda la información de cómo venían funcionando los planes para controlar al hampa.
Antes y después de las elecciones Claudia Rivera se reunió con los integrantes del Consejo Estatal de Seguridad, conoció las políticas implementadas en el municipio, las recomendaciones, avances y carencias.
Incluso recibió la sugerencia desde varios órdenes de gobierno de no hacer cambios inmediatos para no crear un vacío en la estrategia de combate a la delincuencia.
El “enroque” de Manuel Alonso por Lourdes Rosales, dejó inconformes a varios consejeros, no se entendió que uno fuera igual al otro y en consecuencia la cadena de mando se vio fracturada, la nueva secretaria dejó pasar varios días para asumir el conocimiento de las operaciones, y ese vacío ha permitido que los casos de inseguridad se magnifiquen, por lo menos en el escenario mediático.
El cuerpo policial no es una academia, la teoría enfrenta a la realidad, los delincuentes pelean la plaza, siempre sucede cada cambio de gobierno.
El problema es que no se actúe profesionalmente y con resultados palpables y las declaraciones oficiales se refugien en eludir responsabilidades porque llevan unos cuantos días.
A todos nos conviene que Claudia Rivera no tenga el mismo “Talón de Aquiles”, máxime cuando trasciende que el hampa no es local, viene de fuera.
O por lo menos, así me lo parece.
