23-11-2024 07:45:48 AM

Ganar el voto por voto

Por Valentín Varillas

 

Expertos en el tema electoral, los morenovallistas saben de sobra que el conteo voto por voto llevado a cabo por el Tribunal Electora federal no es, ni de cerca, la última palabra en términos del fallo definitivo que esta instancia tendrá que emitir en torno a la elección a gobernador de Puebla.

Sin embargo, había que venderlo de esta manera para ganar la agenda mediática y de redes sociales, por aquello de las malditas dudas.

Por cualquier cosa que pueda llegar a pasar.

Y es que, en el imaginario colectivo de los mexicanos, se quedó grabada para siempre aquella exigencia hecha por López Obrador de recurrir a un conteo “voto por voto, casilla por casilla”, como única arma efectiva ante el monumental fraude que le quitó la presidencia en el 2006.

Esa fue su bandera.

A partir de ahí, la izquierda mexicana empató el conteo generalizado de votos con el concepto de democracia y lo utilizó hasta la saciedad como eje central de sus reivindicaciones.

En la coyuntura actual, paradójicamente, esto les juega en contra.

 

 

Con la apertura de la totalidad de los paquetes electorales -pedida a gritos por los propios miembros del Movimiento de Regeneración Nacional- y la ratificación de la ventaja de la candidata de la alianza Por Puebla al Frente, en términos de opinión pública y publicada ganan por partida doble.

Por un lado, si el TEPJF ratifica su triunfo, técnicamente utilizarán el conteo voto por voto como blindaje ante cualquier cuestionamiento sobre la legitimidad de Martha Érika Alonso, la carta principal a jugar durante todo el próximo sexenio, por parte de sus opositores.

Por el otro, si la decisión final del Tribunal no les favorece, tienen hoy elementos para denunciar la intervención del presidente electo en un procedimiento que escapa de sus facultades legales y que es responsabilidad de un poder en teoría distinto.

Este escenario supondría que en realidad, López Obrador apunta a repetir los mismos excesos y abusos cometidos por presidentes emanados del PRI y el PAN, un tema demoledor para su imagen y la esperanza de más de 30 millones de mexicanos que votamos por una forma diferente de hacer política.

No hay nada definitivo todavía en el caso Puebla.

Los magistrados del TEPJF, más allá de los números, tendrán que evaluar todavía si la elección poblana se llevó a cabo en términos de la legalidad e igualdad de participación necesarios, deseables en una democracia.

Mientras, con el resultado del conteo de la totalidad de votos, el grupo político de Rafael Moreno Valle se apunta un importante triunfo mediático y el camino perfecto hacia la victimización en caso de que al final no puedan salirse con la suya.

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