Por Jesús Manuel Hernández
Pareciera un factor para distraer, pero en el fondo es el planteamiento de siempre en la política poblana, el Poder Ejecutivo debe mantener a raya a los otros dos Poderes, el Legislativo y el Judicial.
Alguna vez el propio Rafael Moreno Valle entonces diputado a la LVI Legislatura intentó corregir el vacío, pero su visión a futuro lo dejó amarrado a la curul.
Ahora en el inicio de la LX Legislatura por Puebla el tema central que ocupó la tribuna fue una constante relacionada con el dinero.
José Juan Espinosa había anunciado la reducción de los salarios en un 30 por ciento, para estar a tono con la medianía republicana; y he aquí que el gurú regiomontano, regio, por tanto, del morenovallismo hoy convertido en diputado camotero, barajó las cartas con el sello de los pesos y los centavos. ¿Por qué el 30, si puede ser el 50 por ciento?, preguntó.
Los representantes de las bancadas ligadas al morenovallismo se pronunciaron en ese sentido en su participación en la tribuna, bajo el pretexto de la austeridad.
Evidentemente pretenden dejar en la calle a los legisladores de los otros partidos, esos que nunca han tenido el acceso a las bondades del presupuesto.
Bien dice el dicho, y lo repite el regiomontano hoy camotero, “con dinero baila el perro, y si no, se baila como perro”. Sin buenos sueldos los legisladores pasarían penurias; pero eso es sólo el principio, el presupuesto del Congreso depende de la Secretaría de Finanzas, que por el momento sigue en poder del grupo, de no invalidarse las elecciones, la presión será muy dura, el dinero sólo llegará a los legisladores fieles, las canonjías serán manejadas por fuera y el Poder Legislativo quedaría acotado.
José Juan Espinosa y Gabriel Biestro tienen un panorama complicado, por un lado, cumplir con el compromiso de modificar leyes del morenovallismo, y por el otro mantener a los diputados leales de su lado, ajenos a las tentaciones del dinero para seguir siendo mayoría, un asunto en el que los morenovallistas son expertos.
JJ Espinosa denunció la semana pasada el saqueo de las oficinas por parte de los diputados panistas salientes, el desmantelamiento de la infraestructura será el primer tema a resolver. ¿Fluirá el dinero de Finanzas?
Es una duda que todos tienen y que empezó a responderse con la ausencia del gobernador Gali en la instalación del Congreso.
O por lo menos, así me lo parece.