Por Jesús Manuel Hernández
Los últimos días de las campañas aldeanas han estado marcados por la injuria, el ataque en despoblado y la bola ensalivada.
Los estrategas enfrentaron un escenario que había derivado en dar por hecho que el “arroz ya se coció”, un asunto que no terminó por ser cierto.
Pareciera que el grupo gobernante usó arroz pre cocido y de ahí la sensación de que la cacerola sacaba vapor. Para otros la preparación aún no termina y siguen cocinando a fuego bajo.
La decisión de sancionar a Luis Miguel Barbosa por criticar a la esposa de Rafael Moreno Valle, hoy metida en la política, pareciera más el síntoma de un blindaje que le permita sobrevivir al debate oficial con los demás candidatos.
Se trata sin duda de una protección excesiva del árbitro, festinada además por quien ya se muestra públicamente solidario a morenovallismo, Fernando Chevalier Ruanova, presidente del TEEP.
Las mediciones internas del grupo del ex gobernador generaron alarma en el cuarto de guerra, ocho puntos por debajo de Barbosa no fue una buena noticia. Se ordenó entonces la entrada de la campaña negra y el desmantelamiento del encuentro con empresarios y universitarios, donde la candidata del Frente saldría mal parada.
Las revelaciones sobre los asuntos económicos de Barbosa tenían como objetivo bajarlo, pero no sucedió así, tan sólo se consiguió frenarlo, dejarlo en el mismo sitio, con lo que los ocho puntos de diferencia siguen vigentes y provocan la toma de medidas extraordinarias para impedir que Martha Érika no continúe su descenso.
Una campaña alterna pretende cerrar paso a las descalificaciones y modificar las percepciones de los electores.
Así, para quienes ven en Martha Érika Alonso poca o nula experiencia les siembran la idea de que es la única que ya tiene equipo para gobernar, y empiezan a circular los nombres.
Para quienes ven una bola de nieve a favor de Morena y por tanto de Luis Miguel Barbosa les aparece el fantasma de la corrupción del candidato e incluso la inexperiencia como funcionario y la ausencia de pruebas de su grado académico.
Los del PRI aseguran que tienen opciones, desde los aspectos jurídicos, por el adelanto de campaña de nueve días de MEAH, hasta la ejemplificación de que su candidato, Enrique Doger, es el único preparado para gobernar y muestran la historia de vida del ex rector de la Buap.
Estos días son definitivos para el reposicionamiento de candidatos locales, la moneda sigue en el aire y tienen hasta el 10 de junio para redefinir sus espacios, después de esa fecha, la percepción será irreversible.
O por lo menos, así me lo parece.