Por Jesús Manuel Hernández
Los primeros signos del debate por la gubernatura de Puebla han empezado a darse, los lineamientos empiezan a perfilar la agenda donde, como ya sucedió, la estrategia empleada por el morenovallismo contra el marinismo, será igual, pero de regreso. En la mira estará el morenovallismo, con la figura de su jefe en el centro y llevándose entre las patas de los caballos a todo aquello que sea cercano.
Y no se trata sólo de la embestida de Antorcha Campesina que se dio el lujo de reunir a una primera plana de políticos de varios partidos, dominada por el priísmo, claro está, y salpicada de los “compañeros de viaje” significados en ese acto por Eduardo Rivera.
Al final de la campaña de Moreno Valle, algún cercano colaborador preguntó si el movimiento de Antorcha Campesina sería considerado en la agenda de riesgos del gobierno. El alto comisionado del morenovallismo en aquel entonces sonrió y dijo más o menos: “Antorcha no es problema”. Y así quedó demostrado por seis años.
Los enemigos de Antorcha fueron los enemigos del morenovallismo, con Rivera Pérez a la cabeza en la capital.
Pero es de sabios rectificar. Antorcha está del lado del priísmo poblano, por lo menos hasta ahora; las relaciones con Jorge Estefan Chidiac son inmejorables, a ambos les une la mixteca; el acercamiento a Luis Banck en la capital está más que aceitado, y la presencia de Juan Carlos Lastiri, pareció más bien el primer acto formal de su campaña que un festejo de los seguidores del ingeniero Aquiles Córdova.
Por eso toma más fuerza la agenda revelada por Luis Miguel Barbosa presunto candidato de Morena a Casa Puebla que de unos días a la fecha insiste en poner en el centro de su discurso la corrupción y malos manejos del ex gobernador a quien califica de una figura política indeseable para todos los partidos. Y por supuesto suelta sin menoscabo de los efectos de su discurso, que si llega a ser gobernador “lo voy a meter a la cárcel”. ¿Y si no puede, y si está blindado?, le pregunta un reportero, y Barbosa responde: pues le busco a su equipo. Y vaya que ahí si tiene tela de donde cortar.
A como están las cosas, los discursos del Frente Cívico, serán a modo del ex gobernador, los del PRI sin confrontaciones, pero Barbosa y quienes vayan en la lista de Morena, buscarán ponerlo en jaque y eso le gustará al respetable.
O por lo menos, así me lo parece.