Por Abel Pérez Rojas
Después de largas horas de transmisión de las cadenas televisoras de nuestro país, para seguir minuto a minuto lo que sucedía con una menor llamada Frida Sofía, presuntamente sepultada bajo los escombros del Colegio Enrique Rébsamen en la Ciudad de México, finalmente se supo que nunca existió y que no hay alguna víctima con ese nombre.
Los usuarios de redes sociales se han volcado en contra de Televisa como la principal promotora de este espectáculo ficticio, pero ésta ha echado toda la culpa a la Secretaría de Marina como única fuente de toda información.
Por supuesto esto es grave por la delicadeza del asunto, como lamentable resulta que las principales víctimas resulten ser la confianza y credibilidad hacia todos los involucrados.
De por sí muy pocos les creían, ¿ahora quedará alguien que confíe en ellos?