Por Rodolfo Rivera Pacheco
La última semana ha sido avasalladora en cuanto a tendencias noticiosas. No hay medio, vía o red que no tenga como principal contenido las andanzas del nefasto orate (repito calificativo que usaba mi muy estimado amigo “El Matador” Víctor Manuel Sánchez Steinpreis sobre Luis Echeverría –Echevellaco- en sus inolvidables columnas de “Impacto” allá en los años 80’s del siglo pasado) Donald Trump, quien efectivamente y en muy pocos días, se ha ganado la animadversión no solo de México y los mexicanos, sino del mundo entero.
Sobre el tema, la verdad no sé si pueda durar cuatro años de gestión como Presidente de Estado Unidos de América, cuando ha abierto peligrosos frentes uno tras otro y cada minuto y ya tiene en contra a la mayoría de la poderosa opinión pública y mediática norteamericana.
Pero el hecho fortuito de que el comienzo de las locuras oficiales de Trump haya coincidido con el fin de la gestión “oficial” de Rafael Moreno Valle como Gobernador de Puebla, es el motivo del título de esta colaboración.
Porque mientras todo mundo estamos pendientes de cuál puede ser la próxima insensatez del nuevo Presidente gringo, el sexenio de Rafael Moreno Valle en Puebla ha llegado a su fin, con todo lo que eso significa. Todos abrumados por Trump, sí. ¿Y aquí?
Pues nada, como ya he escrito tanto, hay demasiados claroscuros de fin de sexenio morenovallista.
Ya he remachado el tema de la obra pública visible pero inútil, costosa y poco transparente. Ya he repetido el tema del autoritarismo y persecución a opositores o críticos. Todos sabemos y experimentamos de manera cotidiana la maldita inseguridad con la que termina la Puebla morenovallista, a diferencia de lo que pregonan sus funcionarios y spots propagandísticos.
Y desde luego, el tema de la deuda oculta mañosamente por Gobernador saliente, colaboradores y porristas vivales. El mentiroso slogan de que todo lo que ha hecho Moreno Valle ha sido “sin pedir un solo peso prestado” es cínico e insultante. Todos sabemos que SI hay deuda. Que la renta de los PP’S que tienen que pagar los próximos siete u ocho Gobernadores es real y multimillonaria. Hay estudios serios, documentados y apartidistas que lo demuestran con datos y cifras certeras.
Ocultar o más bien, engañar con medias verdades a la sociedad con el tema anterior es realmente indignante. Repetir hasta la saciedad una mentira es recurso de totalitarismos.
Pero los medios tradicionales ya no tienen credibilidad. La gente busca diariamente (los mexicanos usamos redes más de tres horas al día, siendo el tercer lugar en el mundo en su uso, después de Brasil y Filipinas) la realidad en los medios alternativos.
Desde luego también hay demasiada falsedad en las redes sociales (verdades falsificadas, “posverdad” la llaman ahora). Hay expertos en difundir mentiras y sandeces en las redes sociales, buscando manipular a usuarios poco acostumbrados a razonar. Los “expertos en viralización” son farsantes que tarde o temprano son desenmascarados. Porque así como hay mucha gente que se cree todo lo que consume en la web, también es cierto que existe una mayoría inmensa que está contra los políticos y gobernantes. Ahí tienen la guerra perdida.
He hecho el experimento social de subir encuestas en redes sociales. Las propias plataformas ya lo permiten y promueven. Y comprobé que la gente está ansiosa por opinar… mayoritariamente contra los gobernantes. De cualquier partido y símbolo. He dejado “Encuestas” (sin valor estadístico alguno, que desde luego NO son ejercicios de muestreo sino solo sondeos para quien decide participar) en Twitter y en algunas horas hay cientos y cientos de participantes cuyo común denominador es el que no están de acuerdo con los políticos, partidos y gobiernos. Es la voz de los que no podían hacerse escuchar.
Y las redes sociales serán el campo de batalla de las próximas elecciones en 2018. Ya hay más de 70% de la población que se mete a ellas cotidianamente (datos de la AMIPCI). Y son los que más están interesados en política. Los que sí votan, pues.
Pero volviendo al tema original, mientras todos estábamos pendientes de Trump, en Puebla termina Moreno Valle difundiendo con toda naturalidad que su patrimonio creció más de 217% en sus seis años de Gobierno y… nadie dice absolutamente nada. Ni los opositores del PRI que se han vuelto sus mejores aliados. A ver quién les cree en campaña.
Y claro, esa fortuna personal seguramente pasa cualquier prueba legal. Son más que listos en ese tema de los manejos financieros. Se difunde ahora para tener ese “colchón” ante una eventual campaña presidencial (lejana, sigo insistiendo). Pero aunque pase “el ácido” del origen y manejos… si no es ilegal al menos es insultante. Y aún con todo… no hay crimen perfecto. Acuérdense.
Mañana termina el sexenio de Moreno Valle. Al menos en el papel.
Mientras, a seguirnos entreteniendo con el loco del norte.
“Platiquen poblanos… mientras… ¡YA les ganamos!”.
