Por Rodolfo Rivera Pacheco
De regreso a la actividad columnista después de andar de argüendero en Washington, D.C. para recoger de primera mano (como lo hago desde 1994, pequeños) algunas impresiones de la elección presidencial norteamericana en la que resultó triunfador el odiado Donald Trump. Agradezco a los cuatro que a veces me leen, la espera por esta aburridora columna.
Primero, algunos juicios sobre Trump y su victoria. De entrada, el simple hecho de ser candidato y haber pasado por todos los filtros en su partido hasta llegar a su nominación, hacían posible la victoria del personaje (lo apuntamos en repetidas ocasiones en mi programa), no sé por qué tanta sorpresa por su triunfo. Que todo México tuviera un “sesgo antiTrump” es otra cosa. Siempre lo he dicho: Una cosa es lo que yo quiera o desee y otra cosa es lo que suceda en la realidad.
También se ha dicho mucho (por toda la comentocracia mexicana) que deberíamos estar muy preocupados porque Trump claro que puede cumplir todas su amenazas y que negarlo es como cuando todo mundo negaba que podía ser candidato o ganar la elección. Que el tipo es de cuidado y que si ha venido ganando terreno no debemos minimizar sus promesas de campaña.
Y es cierto todo. Pero también que es un bocón y que tampoco tendría por qué ser distinto ahora. En su campaña se contradijo una buena cantidad de ocasiones y si debemos hacer caso a lo que dicen los “opinólogos” mexicanos de que el tipo es un tiranozuelo y debemos tener miedo de ello… pues entonces claro que puede contradecirse como lo ha hecho toda su vida. De hecho en los últimos días ya ha dado entrevistas y ha suavizado bastante varias de sus “promesas”: Ya ha dicho que para qué va a meter a la cárcel a Hillarý, que el Obamacare (programa de salud y seguridad social de USA) sí tiene algunas cosas buenas y… que el Muro por el momento no es tan prioritario. O sea ¡tres de las cosas que anduvo gritando toda su campaña pero al revés!
Trump es empresario, no político. Por lo tanto hará cosas que le convengan y punto. Hasta regularizar a millones de paisanos con tal de que paguen una cuota en dólares (¿miles?) por su nuevo status (lo cual harían con gusto millones de ellos) y paguen impuestos más de diez millones de nuevos causantes. ¿A poco no suena a buen negocio?
Desde luego todas son hipótesis por el momento y deberemos esperar a ver qué pasa. Lo que sí es un hecho es que una cosa son las barbaridades que los candidatos dicen en campaña y otra lo que realmente hacen siendo gobernantes. En todo el mundo es igual.
LAS MALDITAS ENCUESTAS
Segundo, el tema de que “nadie esperaba el triunfo de Trump y que las malditas encuestas se equivocaron una vez más”.
A ver. Al menos para mí siempre fue una posibilidad real que ganara Trump. Lo dije durante los debates y también siempre dijimos que las encuestas estaban marcando empate técnico, sobre todo cuando más se acercaba la elección.
Hoy medio mundo (los expertos de siempre… periodistas y columnistas que no tienen remota idea de lo que es hacer Teoría del Muestreo y Estadística Social) grita indignado que las perversas encuestas se equivocaron y que nadie decía que Trump ganaría. Nada más falso y tonto.
Las encuestas bien hechas NO se equivocaron. Los últimos días marcaban que Hillary estaba solo dos o tres puntos arriba de Trump. O sea eso era empate técnico, por una cosita que se llama margen de error muestral (que los “expertos” se niegan a entender por su ignorancia… no culpable). Y de hecho ¡así terminó la elección!, Hillary SI ganó ante el voto popular (que es lo que medían las encuestas, NO el voto de los Colegios Electorales de los Estados).
En todo caso, los que sí se equivocaron fueron el 99% de periodistas de televisión y prensa nacional (e incluso los de USA) que decían –pero más bien QUERÍAN- que Hillary ganaría porque todo mundo así lo repetía. Que los periodistas tomen partido y hagan periodismo militante es criticable pero válido. Pero que no nos quieran meter a los demás en sus filias y fobias.
Hoy el recurso fácil (y tontito) es decir que las encuestas no sirven para nada y que se debe crucificar a los encuestadores y todas las sandeces que se repiten una y otra vez por los “expertos” en cada proceso electoral… hasta que viene otro y todos los “expertos” vuelven a buscar con febril ansiedad la publicación en sus medios de… encuestas de preferencia partidista y careos entre candidatos. Normal.
Y sobre esto último. También en Puebla ha tenido repercusión todo este embrollo post victoria de Trump.
Primero, que el Gobernador Rafael Moreno Valle ha salido a gritar también que “lo único que queda claro con la victoria de Trump es que las encuestas no sirven para nada” (palabras más, palabras menos). Vaya desfachatez.
Si alguien ha confiado, encargado, valorado, visto y difundido encuestas es Rafael Moreno Valle durante toda su vida. Lo sé, lo sabe… lo sabemos. Él mismo cuando ha ido ganando una elección lo primero que hace es querer publicar la bendita encuesta que lo dice.
Pero claro, ahora conviene –y urge- salir a decir que las encuestas son una basura y que nadie debe confiar en ellas. ¿Por qué? Pues porque en TODAS las encuestas nacionales que se han publicado por empresas serias (incluida a la que él mismo le encarga encuestas continuamente, que es Parametría de Francisco Abundis) hasta el momento, lo colocan como el colero (por demasiado) de los precandidatos del PAN a la Presidencia de la República. Margarita Zavala le saca a Moreno Valle ventajas de DIEZ a UNO en cuanto a conocimiento, simpatías e intención de voto en TODAS las mediciones.
Claro. Ahora resulta que las encuestas no sirven para nada ¿verdad?
¿Qué diría Moreno Valle si las encuestas nacionales dijeran lo contrario, o sea que él fuera el precandidato del PAN mejor posicionado al día de hoy? Aaaah pues que son instrumentos científicos confiables que marcan lo que quiere la gente…
(Se escuchan risas)
PAREN AL HURACÁN
Por último, ya para terminar con mis tarugadas.
También en los últimos días, no sé a qué genio de un grupito de redes sociales denominado “Panistas con Moreno Valle” se le ocurrió subir memes con la foto de un Rafael Moreno Valle sentado en actitud retadora con la frase “El único que puede enfrentar al huracán Trump”.
Es en serio. El grupito existe. Y el meme también.
Por supuesto, después de carcajearnos un poco, debemos recordar una cosa es subirse al tren del mame “anti Trump” que ahorita está de moda en nuestro país y otra decir burradas. Seamos serios, decía el inolvidable Rigo Benítez.
Qué tontería. Los morenovallistas andan diciendo que la derrota de Hillary perjudicó totalmente a Margarita Zavala y que eso, más los madrazos que ha recibido Ricardo Anaya por su vida viajera (a quien por cierto sí me encontré en vuelo hacia Atlanta la semana ante pasada y pude intercambiar algunas palabras con él), colocarán ya a Rafael Moreno Valle como el mejor candidato del PAN a la Presidencia de México, que solo es cuestión de tiempo.
Yo solo puedo opinar que si bien es cierto que Zavala se declaró pro-Hillary (al igual que Moreno Valle subió un indignado video en inglés contra Trump, como TODO mundo) y que ésta no ganó… eso no significa que la esposa de Felipe Calderón deje de tener el posicionamiento que posee ante los mexicanos. Ese no se lo quita nadie. Ni el huracán Trump ni el ciclón Moreno Valle. Por favor.
Por cierto, Moreno Valle anduvo muy gallito con el video contra Trump pero anhela que lo inviten (y seguramente irá, es el 20 de enero, diez días antes de que termine su mandato) a la toma de posesión de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos de América.
Se llama costo de oportunidad.
(Se escuchan más risas).
