Por: Rodolfo Rivera Pacheco
Con todo lo que ha venido ocurriendo en el desprestigiado mundillo político local y nacional, es momento de hacer un alto y preguntarnos seriamente ¿Cuál es el verdadero juego del Gobernador poblano Rafael Moreno Valle? Vamos, ¿qué es lo que realmente quiere y busca en su futuro político?
Porque todo lo sucedido la semana pasada nos debe llevar a replantearnos todas las hipótesis que se han manejado con respecto a los objetivos del aún mandatario de nuestro Estado.
Veamos.
Todos sabemos que Rafael Moreno Valle quiere ser candidato presidencial. De eso nadie duda. La campaña promocional que lleva a cabo en todo el país es evidente pero también ilegal o al menos indecente y cínica (“pregúntenle a la revista” fue la molesta respuesta de Moreno Valle ante la insistencia de reporteros sobre la aparición de nuevos espectaculares con su cara y nombre en la portada de una desconocida revista).
Moreno Valle intenta con desesperación ser conocido en todo el país, dado su muy bajo posicionamiento en las mediciones que hoy se hacen por parte de casas encuestadoras serias. Él y sus estrategas aseguran que en dos años sí será conocido y competitivo en buenos niveles. Puede ser.
Lo que sí me parece casi imposible es que su mejor adversaria, Margarita Zavala de Calderón, deje de estar bien posicionada y en primer lugar en las preferencias. La inmensa mayoría de panistas, simpatizantes y hasta público en general, la prefieren a ella y no hay forma de que baje. Entonces, puede ser cierto que en dos años Moreno Valle sea más conocido en todo el país, pero eso no significa que le quite a Zavala el primer sitio en las preferencias.
Pero bueno, de que es ya precandidato presidencial del PAN, eso es innegable. Con pocas posibilidades, también irrefutable. Y también por eso su postura crítica contra Ricardo Anaya, pero aduciendo argumentos que también lo dejan mal parado a él mismo: Pedir que Anaya deje su cargo y se defina si quiere ser candidato presidencial aplica exactamente para él y su cargo de Gobernador con recursos y además parte del CEN panista como Secretario de Acción Política (o algo así). Si es congruente, él también tiene que dejar ya sus cargos y no seguir usando recursos públicos para su promoción descarada. Sabemos que jamás lo hará.
Pero las dudas empezaron a surgir hace unos días. Digo, nadie duda de su distanciamiento y hasta pleito con Anaya por la candidatura presidencial. Pero en su pleito con el joven queretano, quedó muy mal parado ante el panismo nacional, cuando ordenó a “sus” Diputados Federales poblanos (el único que realmente votó con los panistas fue Juan Pablo Piña, y me cuentan que ha roto definitivamente con Moreno Valle… traidor que traiciona a traidor, sigue traicionando de por vida) el que votaran a favor de la Ley de Ingresos del Presupuesto Federal propuesto por el Presidente Peña Nieto pero en CONTRA de la línea marcada por el líder de la bancada panista, puesto ahí por Anaya.
O sea, en su pugna con Anaya… ¿Moreno Valle decidió romper con la bancada federal panista? Vaya, hasta su principal operador Eukid Castañón fue despedido (él declara que renunció… ajá) de la Vicecoordinación de la misma por órdenes de Anaya.
Vamos, la actitud de los Diputados poblanos puede incluso ser merecedora de expulsión del partido, según estatutos del blanquiazul. Pero lo peor, Moreno Valle quedó exhibido nacionalmente como operador… pero del Presidente de la República Enrique Peña Nieto.
Ya hemos platicado aquí mismo de la notoria cercanía y hasta complicidad que hay entre el Presidente de la República y el Gobernador poblano. Pero con el hecho anterior se comprobó no solo la amistad sino la abierta alianza entre ambos. Creo que hasta quedó sellada en Colombia (en la hermosa Cartagena de Indias), donde Peña y Moreno Valle nuevamente se vieron, sonrieron, bromearon y abrazaron, como cuando se inauguró el inútil segundo piso de la México-Puebla. ¿Alguna duda?
Entonces nuevamente la pregunta: ¿A qué juega Moreno Valle?
¿A romper con Anaya pero de paso también con el resto del panismo nacional?
¿Así quiere ser candidato presidencial de un panismo que odia a Peña Nieto y que fue el motivo fundamental por el que ganó en las pasadas elecciones 7 Gubernaturas?
¿Cuál será el verdadero plan morenovallista?
Sabemos bien que el todavía Gobernador siempre fabrica varios posibles escenarios (eso es muy bueno, hay que reconocerlo, como práctica).
¿En alguno de ellos se contempla romper con el PAN si no es candidato presidencial de ese partido?
O bien… lo que varios amigos han escrito (yo mismo a veces): ¿Le seguirá prometiendo a Peña Nieto que él lo apoyaría desde el PAN para ganarle a López Obrador en 2018?
O sea… ¿Moreno Valle sabe que no le alcanza para ganar pero aún así se promueve para ser candidato por el PAN, una alianza con el PRD o cualquier otro partido (¿PANAL?) y así apoyar a un Pepe Meade (me aseguran que cada día crecen sus posibilidades y sería bien visto por priístas y panistas) o un Osorio Chong (se alejan sus probabilidades pero sigue en la puja) candidato del PRI, para que Andrés Manuel López Obrador no gane?
¿De veras está jugando ese peligroso e ingrato escenario, para quizás después buscar nuevamente la nominación en 2024, cuando apenas tenga unos 56 años?
¿Y mientras se “sacrifica”, el precio de hacerse a un lado sea controlar las elecciones en Puebla e imponer candidata a Gobernador (su esposa), Senadores, Diputados Federales y Locales y la mayoría de Alcaldes?
Demasiadas preguntas y demasiadas hipótesis.
Lo que sí creo es que, como lo escribí hace un par de semanas, en el PAN vienen tiempos de división y enfrentamiento. Sea quien sea el (a) candidato (a). Uno no quedará conforme. Lo sé, lo saben… lo sabemos.