Por Jesús Manuel Hernández
La noche del 15 de Septiembre fue la última vez que Rafael Moreno Valle se asomó al balcón del Palacio Municipal para dar el Grito de Independencia. Su gesto fue enérgico, duro, sus manos tomaron el asta bandera con mucha fuerza, su gesticulación no fue amable, por el contrario, se le veía como intentando demostrar que tiene madera para lo que viene.
Ese mismo día la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anunció la revocación de la determinación por parte de la Unidad de lo Contencioso Electoral del Instituto Nacional Electoral, INE, que había desechado la denuncia en contra del gobernador Rafael Moreno Valle por su promoción en la revista “Central”, de su amigo Salinas Pliego dueño del grupo TV Azteca.
El pasado 2 de Agosto el portal Sin Embargo le dedicó la portada al tema de la promoción del gobernador. Decía: “El tercer Alcalde asesinado en una nueva racha de violencia es poblano. Pero el Gobernador de Puebla anda en campaña: Moreno Valle en espectaculares, Moreno Valle en camiones, Moreno Valle en cines, Moreno Valle en televisión, Moreno Valle en revistas. Moreno Valle de viaje, muchos viajes, porque, dice, ‘prepara una plataforma para el PAN’, su partido”.
En realidad el tema no es nuevo, meses antes, cuando leyó su quinto informe Rafael fue objeto de otras denuncias por extralimitar el territorio donde se promocionó su actividad, lo mismo pasó con los anuncios aparecidos en algún palo del remodelado estadio de futbol donde se le candidateaba para Presidente.
La semana pasada otra noticia le debió preocupar al inquilino de Casa Puebla, el anuncio de José Juan Espinosa de abandonar su militancia en Movimiento Ciudadano y adherirse ideológica y políticamente a MORENA, la entidad que más molestia le causa al gobernador.
El propio Rafael advirtió hace unos días que necesitaba “piso parejo” en la competencia interna por la candidatura, aludiendo a Ricardo Anaya y Margarita Zavala, y se pronunció, como era de esperarse, porque la candidatura salga de la consulta a la base.
Horas después uno de sus vasallos con fuero, reconocía que el tema de la consulta le podría beneficiar al gobernador.
Es obvio que el trabajo de otro vasallo con fuero federal generó un incremento exponencial de militantes en el Partido Acción Nacional, un asunto que ha sido denunciado desde las épocas en que Francisco Fraile estaba enfrentado con el morenovallismo, y recurrido en declaraciones de Juan Carlos Mondragón Quintana y Rafael Micalco, expresidentes del partido, Juan Carlos Espina Von Roehrich y otros que vienen hilando con Ernesto Ruffo la revisión del padrón embarazado.
Todo esto le molesta al gobernador, no le quita el sueño, me cuentan, pero le molesta, le enoja que se hable del tema.
Otro vasallo con fuero local ha sido comisionado para nivelar las críticas y fomentar el apoyo a la precandidatura de Rafael al 2018, pero su actuación, valiosa en el tema del discurso del CCE local, no ha tenido el mismo éxito.
Otro Montiel Solana, Pablo, legislador, ayer soltó: “es importante que se tenga certeza de quienes podrán votar en la elecciones interna…” refiriéndose al padrón.
La cuenta para atrás ha comenzado, se acercan los tiempos de medirle el agua a los camotes, de ver si las lealtades son firmes o lo dejarán solo.
O por lo menos así me lo parece.