Por Shanik David
El uso de la cuentas públicas como una herramienta política no es algo que se haya empezado a hacer durante la administración de Rafael Moreno Valle, pero sí se incrementaron las presiones y la persecución en contra de quienes han sido críticos del gobierno.
Esto lo comentó Felipe Ortega Marín, representante de la corriente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Vanguardia Progresista, al decir que incluso él mismo ha sufrido de este castigo político ejercido desde el Congreso y la Auditoría Superior del Estado, contra lo cual ha tenido que pelear por cerca de 11 años.
Recordó que durante la administración de Martiniano Esteban Santos Trinidad al frente del ayuntamiento de Pahuatlán -de 2002 a 2005- fungió como director de Obra Pública, justo durante el sexenio de Melquiades Morales Flores.
Debido al abandono en el que el gobierno del estado tenía al municipio serrano, con gran presencia de población indígena, Ortega Marín y el presidente municipal encararon en varias ocasiones al mandatario para exigir las obras que se requerían para el municipio, sin que estas llegaran.
Por el contrario, el perredista narró que a raíz de esa confrontación sigue pendiente de dictaminarse y aprobarse la cuenta pública correspondiente al último año de gobierno de Santos Trinidad.
“Hasta la fecha seguimos viniendo ante la auditoría para solventar las observaciones que nos siguen haciendo y nada más la cuenta no sale”, expresó el perredista.
Es más, refirió que el gobierno de Morales Flores reconoció al ayuntamiento de Pahuatlán junto con el de Teziutlán y Atlixco por sus mejores prácticas de gobernabilidad y de transparencia, por lo que no hay una explicación real del por qué el retraso en la cuenta pública.
Criticó que las autoridades parecieran tener criterios distintos para analizar las cuentas públicas correspondientes a gobiernos del Partido Revolucionario Institucional o de Acción Nacional, pues para éstos hay más facilidades para la resolución de sus expedientes y en el caso de ediles de otros partidos hay más obstáculos.
“Es una práctica política en el estado en contra de los opositores que hoy se ve con más contundencia, el gobierno de Moreno Valle es represor y busca cualquier motivo para marginar y golpear a todo aquel que se le ponga enfrente” expresó Ortega Marín en relación a la persecución que han sufrido ediles perredistas por no haber apoyado a José Antonio Gali Fayad en el pasado proceso electoral.
