Por Shanik David
Desde hace nueve meses el hartazgo de la población de General Felipe Ángeles hacia las acciones tomadas por el presidente Leonardo Gómez Octaviano, los orilló a tomar la alcaldía la cual hasta la fecha sigue cerrada, y aunque se han dado manifestaciones y se han presentado oficios ante el Congreso del Estado y la Secretaría General de Gobierno las autoridades no han intervenido al respecto.
“Ese está protegido por el gobernador” expresó enojada una de las pobladoras de este municipio al realizar una manifestación a las afueras de Casa Aguayo, a donde llegaron para exigir que se libere a las dos personas que fueron encarceladas desde octubre pasado por manifestarse en contra del alcalde.
Aunque Gómez Octaviano llegó a la alcaldía por el Partido Verde Ecologista de México, durante la pasada campaña apoyó a José Antonio Gali Fayad, motivo que los ciudadanos relacionan con la pasividad mostrada por el gobierno del estado para resolver el asunto.
Además de exigir la liberación de León Evangelista y Gregorio Santos, quienes ya cumplieron siete meses internos en el Centro de Reinserción Social de Tehuacán, los pobladores exigen la renuncia de Gómez Octaviano y que se atienda la situación de la comunidad.
Josafat González, habitante de la comunidad, describió que incluso el edil sigue operando desde su casa, la cual es custodiada por la policía municipal, la cual sólo sirve para proteger al alcalde y no cumple con sus funciones de cuidar a la población.
Sin embargo, más allá de las cuestiones políticas lo que preocupa a los pobladores es el desabasto de agua, punto que fue el que originó el conflicto desde hace un año.
Las movilizaciones de septiembre de 2015 se dieron por la falta de abasto de agua en el municipio, y aunque se le pedía al alcalde que tomara acciones al respecto nunca atendió la demanda lo cual derivó en la toma de la presidencia.
Y hasta la fecha la problemática se mantiene igual, pues a pesar de que se ha intentado hacer más profundo el pozo de la comunidad éste ya no cuenta con líquido, por lo que los ciudadanos han tenido que recurrir a la compra de pipas de agua para poder desarrollar sus labores, las cuales tienen que adquirir cada tercer día y que implica un gasto excesivo.
González describió que además hace poco menos de tres meses, Gómez Octaviano aplicó cobros de 350 pesos por familia los cuales serían usados, supuestamente, para la compra de un terreno donde se construiría un nuevo pozo.
Sin embargo hasta la fecha no se ha hecho esta obra y se desconoce el destino del dinero que se recaudó que supera el millón de pesos.
