Por: Jesús Manuel Hernández
Todo iba bien, como miel sobre hojuelas; la revista 222 le concedió la portada y los operadores del marketing le dieron vuelo a los espectaculares donde aparece con pantalón caqui, camisa azul panista y blazer, al más puro estilo “Marcelo”.
Todo iba bien, pues en la revista confluyen intereses de grupos del municipio, además la Ciudad de las Ideas reunió a los otros interesados en impulsar su candidatura, Salinas y Raymundo Alonso, quienes luego de los tropiezos ven que la estrella de Lozano Alarcón pierde luminosidad. El viejo sueño de “Don Ga” se ve frustrado nuevamente.
Ricardo Anaya se ha mostrado independiente a las presiones, y no precisamente de Felipe Calderón con quien Lozano tiene un roce desde hace varios años, más bien a las presiones del grupo de Lozano heredado de los tiempos de Germán Martínez, uno de los impulsores de Moreno Valle a la gubernatura.
Dicen que Gali es el más agradecido con este tropiezo derivado de la inestabilidad política de quien quiere sucederle en el cargo y eso le permite seguir impulsando a otro personaje, a ese de quien dicen el gobernador aprecia, lo ve bien, pero tiene enormes dudas sobre a quién será leal.
Y ahí está todo el vericueto de la sucesión de Gali. Además de garantizar una buena gestión el interino ¿debe ser independiente, leal a Moreno Valle o a Gali?
A Luis Banck lo invitó Gali a colaborar con él sin consultar al gobernador, cuando se enteró, en la boda de la hija de un colaborador, mostró el enfado y exigió que Banck se fuera al gabinete estatal no al municipal. Gali se quedó sin Banck y Luisito, así le dicen sus cercanos, no tuvo más remedio que hacer frente al reto.
Al interior del grupo compacto del gobernador crece el temor de la independencia de Antonio Gali quien según parece ahora sí, está hasta el copete de ser presa de la sombra del gobernador.
Luego entonces si el gobernador no le impone sucesor y Gali decide, sería quizá, la señal que muchos esperan para empezar a creer que el presidente municipal puede volar como piloto y no como copiloto del gobernador.
Sólo un pero le ponen los panistas, con Pablo Rodríguez a la cabeza, que Luis Banck no es miembro de Acción Nacional y con eso quedaría más que obvio que Moreno Valle, dueño del PAN gobierna sin panistas.
O por lo menos así me lo parece.
