Por: Valentín Varillas
Mala suerte o pésimo timing, pero lo cierto es que el discurso del gobernador Moreno Valle en Nueva York ante calificadoras internacionales sobre las ventajas competitivas de Puebla, quedó ensombrecido por el escándalo internacional que afecta la imagen del consorcio Volkswagen.
La armadora alemana reconoció haber alterado pruebas de emisiones tóxicas en sus modelos a diésel, lo que ha desatado una de sus peores crisis en más de 40 años.
Apenas en un par de días, las acciones de VW en la Bolsa de Alemania cayeron más de 19%, lo que nos muestra la magnitud real del problema.
Sin embargo, a pesar de esto, el mandatario poblano tenía que hacer referencia a la enorme importancia que tiene para el desarrollo económico del estado la industria automotriz, concentrada en Volkswagen y Audi, ambas marcas propiedad del hoy tan cuestionado consorcio.
Si bien la crisis se desató previo al encuentro que tuvo Moreno Valle con representantes de firmas como Blackrock, Covington & Burling LLP, Deutsche Bank, Fitch Ratings, Medtronic PLC, Mexichem SAB, Rabobank Internacional, Riverwood Capital, Standard & Poor’s y Trajan Power, era impensable cambiar la esencia del mensaje.
Es evidente que en éste se mencionan aspectos que tienen que ver con la educación, la generación y desempeño de la infraestructura de salud pública, las acciones de fomento al turismo, entre otros; la columna vertebral de la exposición giró en torno a la confianza que ha mostrado el grupo automotriz al aumentar sus inversiones en lo que a Volkswagen se refiere y decidir instalar en suelo poblano una planta de la marca Audi.
Si no se destacaba lo anterior, francamente no habría de qué hablar.
Y es que, la inversión productiva en Puebla se ha concentrado desde hace décadas en la industria automotriz y ésta se ha centralizado en la actividad de VW y sus proveedoras, con los pros y los contras que esto conlleva.
Por eso, el escándalo le pega directamente al estado.
El millonario pago de multas, la reposición de vehículos y la disminución en los niveles de producción tendrán consecuencias directas para la planta en Puebla y para las empresas que dependen de ella.
El aparato propagandístico oficial, consciente de lo anterior, emitió un escueto comunicado que contrasta con la importancia real del encuentro que sostuvo gobernador de Puebla.
Una línea, nada más, sirvió para hacer referencia a VW y Audi, cuando en anteriores ocasiones se han destinado ríos de tinta y horas completas para hablar del tema.
El columnista Carlos Mota, publicó ayer en El Financiero las siguientes líneas sobre el tema:
“La mala noticia para Puebla es que su empresa icónica lucirá raspadísima en los años por venir, más aún por la gran multa a la que podría hacerse acreedora en EU. “Además, anteayer 20 empresas proveedoras de VW de Puebla anunciaron paros técnicos que afectan a nueve mil trabajadores, a quienes les pagarán 50 por ciento de su salario. ¿La razón? La caída en los niveles de producción de la alemana… y es previsible que los miles de autos que VW retirará del mercado como resultado de la investigación estadounidense le representen también un deterioro en niveles de producción durante los siguientes meses.
“Rafael Moreno Valle está enamorado de una empresa alemana que visita ya de manera regular (hace tres meses andaba por Wolfsburg, refrendando el idilio). Una empresa alemana que, ante los ojos del gobierno de Estados Unidos, es una tramposa”.
Contundente, ¿no cree?
