Por: Alejandro Mondragón
Desvíos presupuestales en unidades académicas, desplome en el ranking nacional, inminente pérdida de fondos federales, mala calidad docente y costos inflados de obras son los focos rojos en la máxima casa de estudios de Puebla.
Sí, las luces de alarma que el rector Alfonso Esparza esconde a la comunidad universitaria para salvar su imagen personal.
El dossier que maneja el equipo compacto del rector es muy ilustrativo en cuanto a que los focos rojos deben manejarse con discreción para evitar que trasciendan a los medios y afecten la relación del rector con el gobernador Rafael Moreno Valle.
Por indicaciones del secretario general, René Valdivieso Sandoval, se redobla la vigilancia para evitar “infiltrados” en foros, mesas redondas y reuniones para no dar paso a las inconformidades.
Así se contrarrestaría el malestar existente en las Facultades de Electrónica, Economía, Administración, Filosofía e incluso en el Hospital Universitario.
Se ha ordenado a las autoridades académicas prohibir la visita de alumnos de la UNAM y el Politécnico ante el temor de que se gesten movimientos estudiantiles en la BUAP que dañen la imagen del rector.
La universidad reportó una caída en el ranking nacional de excelencia académica, razón por la cual existe preocupación por no poder justificar los recursos de apoyo que recibe la BUAP. Las instituciones de educación superior privadas son ya más competitivas.
Hay una mala calidad de los maestros. Para el premio Ceneval, a través de EGEL (Examen General para el Egreso de la Licenciatura) la BUAP tiene una participación demasiado baja con 17 alumnos galardonados de un total de 802 para el periodo enero-junio 2014.
Es evidente la crisis en el concurso de plazas docentes, toda vez que varias unidades académicas han presentado conflictos con los maestros que resultan beneficiados con recategorizaciones, pues se exige tiempo completo y muchos docentes de la Facultad de Economía imparten clases en el Colegio de Posgraduados o de Electrónica en el Instituto Tecnológico de Puebla.
Esparza ha querido retomar el tema de la obra pública complementaria de infraestructura en todas las facultades de Ciudad Universitaria mediante un proyecto recolector de agua pluvial llamado “Apantli“. Justifica la carencia y reciclaje del liquido al poco espacio en CU para construir más edificios.
Las constructoras favorecidas en años anteriores ya dejaron de percibir las enormes ganancias a las que estaban acostumbradas. El problema es que los costos del proyecto han sido inflados por Jorge Antonio Rodríguez y Morgado, así como por el director del Cupreder, Aurelio Fernández, también dueño de La Jornada de Oriente, revela el documento interno al que tuvo acceso Al Portador.
La presencia de funcionarios del gobierno de Moreno Valle en facultades como Administración y Derecho son ya un dolor de cabeza para mantener los equilibrios universitarios.
Sí, ésta es la BUAP de Alfonso Esparza que tantos millones paga por una imagen en medios que no corresponde a los hechos.
La misma que presume un reconocimiento en Derecho de manos del presidente Peña Nieto cuando la Facultad está plagada de ratas y corruptelas.
