04-05-2024 06:51:10 AM

Cúpulas definirán próximas alianzas

tempestad25

Por eso, en la manera en la cual se coaliguen las diferentes fuerzas políticas intervendrán grupos de poder, élites y una serie de manos “ajenas” a la vida partidista, pero que representan a los poderes de facto que usualmente tienen una gran influencia en la toma de decisiones que definen el rumbo del país.

El gobierno federal, claro está, será el factor de mayor peso para determinar con quiénes irá el PRI en estas coyunturas.

En Los Pinos tienen la absoluta certeza de que, además del PVEM –su eterna prostituta de ocasión-, sumarán a Nueva Alianza a su proyecto.

La intención es llegar de la mano a la federal dentro de tres años, pero el compromiso se centrará también en sumarse a los intereses electorales del PRI en las estatales que se lleven a cabo antes de la presidencial.

Juan Díaz, líder nacional del PANAL, se ha convertido en un aliado incondicional del grupo en el poder a cambio de no salir salpicado en el caso de Elba Esther Gordillo y no tendrá ningún empacho en seguir dócilmente las órdenes que de ahí provengan.

En el caso de Puebla, esto modificaría completamente el esquema de competencia para los candidatos del morenovallismo en el 2016, la  elección más importante para el gobernador: la que limpia la casa, la que representa el trampolín del sueño presidencial, la que simplemente no se puede perder.

La operación electoral del magisterio ha sido fundamental en la consecución de los objetivos electorales del mandatario estatal en el 2010 y en el 2013 y en el presupuesto político de Casa Puebla se tiene contemplado su apoyo.

El 7 de junio nos enseñó que, sin alianzas, el voto duro priista alcanza todavía para que el tricolor sea competitivo en el estado y seguramente, desde la presidencia y la cúpula priista nacional, se planea ya una estrategia para sabotearlas.

Para el proyecto sucesorio del PRI en el 2018, ganar la mayor cantidad de estados y municipios resulta fundamental.

En el PAN, la política de alianzas dependerá de cómo se resuelva la enorme división de grupos que vive el partido.

El debilitamiento es inminente si tomamos en cuenta los resultados obtenidos en este año y las diferencias entre tribus son ya irreconciliables.

Además, el fantasma del éxodo calderonista de las filas del blanquiazul toma cada vez más fuerza ante el inminente saboteo que desde lo más alto de la cúpula blanquiazul se operará a las aspiraciones políticas de Margarita Zavala.

Para este escenario, el gobernador de Puebla se ha preparado ya sumado a su proyecto a importantes personajes que crecieron políticamente a la sombra del ex –presidente.

Personajes como Javier Lozano, Max Cortázar, Roberto Gil Zuarth, Juan Miguel Alcántara, Daniel Cabeza de Vaca o Facundo Rosas, hoy están ya sumados en cuerpo y alma al “proyecto Moreno Valle”.

La fractura en el núcleo de la derecha nacional facilitaría un acercamiento electoral con el PRD, otro partido víctima de sus enconos internos.

El Sol Azteca es el gran perdedor del proceso federal y en aras de una supervivencia como fuerza política de peso, no pensaría dos veces sacrificar una vez más lo poco que le queda de congruencia ideológica y aliarse con quien hasta hace muy poco era considerado como el gran enemigo político.

Ese es uno de los escenarios de mayor conveniencia para Moreno Valle, quien tiene en Luis Maldonado Venegas y su “grupo” su principal posición.

La posibilidad de que el perredismo conforme nuevamente un bloque de izquierda para enfrentar elecciones es francamente imposible, por lo que Morena y Movimiento Ciudadano tendrán que enfrentar solos sus compromisos.

Todo este escenario modificará la correlación de fuerzas de la política nacional.

Las alianzas se cotizarán muy caro y esto detonará amarres, rompimientos, acuerdos en lo oscurito y otras sutilezas.

Lo malo es que las coaliciones en México nunca se plantean un proyecto conjunto de nación.

Son simplemente alianzas cortoplacistas, con fecha de caducidad determinada, en donde lo único que importa es obtener un triunfo electoral.

Nada más.

Los electores somos también en parte rehenes de esta perversión.

abajovale

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