29-11-2024 07:25:06 PM

RMV 2018. Escenarios

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Si el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México no es candidato del PRD en 2018, no se ve quién pueda ser esa figura perredista que luche y gane la batalla presidencial.

La cuestión no es menor: la carta que permitiría al PRD seguir soñando con un triunfo presidencial –y mantener un importante presupuesto partidista–, es precisamente el gobernador de Puebla.

El PRD sin Mancera es una isla habitable para las aspiraciones de Moreno Valle. El 10% del PRD es más que bienvenido en una carrera presidencial donde Moreno Valle pretende presentarse como opción única en la disyuntiva entre el PRI y la oposición.

Sin embargo, dos factores no encuentran lugar en la ecuación de Moreno Valle: el primero de ellos es Andrés Manuel López Obrador y su partido político, Morena; el segundo de los factores es novedoso: los candidatos independientes.

Un candidato independiente como Miguel Ángel Mancera o como Jaime Rodríguez, El Bronco, no ganarán la contienda presidencial, pero sí pueden decidirla. El porcentaje de votación que los independientes arranquen a la oposición es un factor clave en la elección de 2018, tomando en cuenta que las últimas tres elecciones presidenciales se han decidido por menos de 8% de diferencia entre el primer y segundo lugar.

Pero Moreno Valle sabe que no todo está perdido, aunque el panorama se complicará si entre Morena y los candidatos independientes rondan el 25% de la votación. (En ese escenario, solo una campaña como la de Vicente Fox en el 2000 le permitiría alcanzar la presidencia de la República).

Lo cierto es que ahora mismo el escenario es ideal para el gobernador de Puebla. En el PAN, todo parece listo para ungirlo como candidato y comenzar una campaña tan pronto como abandone su cargo en los albores de 2017. En el PRD, la debilidad del partido y el desdén de Mancera hacen mucho más factible la alianza con el PAN en 2018.

De no alcanzar una alianza entre ambos institutos políticos, a Moreno Valle le conviene que Morena reine y que el PRD muera. Si ambos partidos obtienen una votación superior al 10%, acabarían con las aspiraciones presidenciales de Moreno Valle. Si uno de ellos vence al otro, sin crecer demasiado, el gobernador poblano estará más que satisfecho. Entre menos fichas, mayores posibilidades.

Moreno Valle no está preocupado por el PRI y su abanderado. Su mayor atención está puesta en la oposición y su recomposición de cara a 2018. En Los Pinos lo saben y han encontrado dos cartas interesantes que puede asegurar su triunfo: los candidatos independientes (por eso no es casual el desdén de Mancera al PRD) y el crecimiento (controlado) de Morena. La máxima es crucial en la lucha por el 2018: el enemigo es más vulnerable si en sus filas hay división.

abajomecinas

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