Por supuesto no es la primera vez que realizan un video en el Instituto Cumbres (IC), es parte de la tradición que cada generación haga uno para “invitar” a su graduación. El caso es que en la actualidad existe Internet, las redes sociales, y por consiguiente casi todos podemos conocer su forma de promover su fiesta.
En el video plasman lo que es “cool” en su vida día a día; plasman su “normal” forma de comportarse y divertirse. Ahí se ve en lo que creen y lo practican. Plasman su pobreza intelectual.
En videos de las generaciones anteriores puede verse lo que se comenta líneas arriba; aunque los dos últimos (2014 y 2015) son en definitiva la máxima expresión del medio en el que han crecido ambas generaciones y cuáles son los (anti) valores que rigen y regirán sus vidas.
Sí, los videos del IC son machistas, son misóginos. En el de la generación 2014 los hombres son el centro de la “historia” en todo momento son servidos, son atendidos por innumerables personas para bañarse, vestirse, comer, y en lo que puede ser la secuela en el video de la generación 2015 se presentan ya correctamente vestidos para el casting para elegir a su acompañante a la fiesta.
Han vivido en un medio que los protege, que los consiente. Van a esa escuela para hacer relaciones no para educarse.
Su comportamiento es lo que ven en casa y en gran parte del medio en el que se mueven.
El problema o lo criticable no es que en sus casas tengan personal disponible en todo momento, sino el trato que dan a esas personas y, por consiguiente, en lo que creen esos estudiantes.
El problema no es solo de los hombres que aparecen es dichos videos sino también de las mujeres.
Es lógico suponer que ellas sabían de qué se trataba el video, cuando las eligieron para el video les indicaron lo que debían hacer, cómo vestirse, cómo actuar.
Ellas son copartícipes y avalan lo que ahí se muestra: mujeres objeto, rendidas (literal) a los pies de ellos, sirviéndoles, lavándoles los pies, y asisten a una pasarela donde solo por su físico serán “las elegidas” de la noche.
Ellas también van a esos colegios manejados por los Legionarios de Cristo.
Ellas también han crecido y desarrollado en ese medio durante 17 o 18 años, y su comportamiento también es lo que ven en casa.
Ellas aceptan que las valoren sólo por su apariencia física y por lo “atentas” y “bien portadas” que pueden ser con ellos.
Así que de alguna forma ellas tienen los mismos (anti) valores que ellos.
La misoginia, la violencia contra la mujer no es exclusiva de una clase social; tampoco es solo el golpe físico. Está comprobado que este tipo de conducta se presenta tanto en clase económicamente alta como baja, que la violencia es psicológica, física, económica. Los videos son una clara muestra de ello.
Lo dijo claramente el alumno del IC Andoni Abascal, que en el video de la G15 aparece como parte del jurado que selecciona a un grupo de jóvenes que se contonean frente a ellos, con la intención de ser elegidas como acompañantes a la fiesta: “Somos un poco distinguidos. La educación y los valores que nos dan en el colegio es algo que queremos seguir. Es una escuela en la que mucha gente quisiera estar. Tiene mucho prestigio por la preparación que nos dan para la vida. Es una educación diferente que no te da cualquier colegio. Definitivamente te hace sentir especial” (animalpolítico.com 26 marzo)
Después de la andanada de críticas el Colegio y la Generación 2015 emitieron una disculpa pública por lo reflejado en el video.
¿En realidad alguien cree, que después de la disculpa pública, que hay un cambio real en esos próximos universitarios y futuros profesionales?
¿Creen que habrá un cambio en la forma de educar y evaluar en ese colegio?
Ellas y ellos son los próximos dirigentes de empresas, de instituciones educativaslaicas o también los futuros candidatos independientes a algún cargo público, donde apliquen los mismos (anti)valores porque quieren un mejor país desde su particular punto de vista.
