De ahí que su salida de Puebla este siendo vista como una conveniencia para quienes se quedan.
En cambio para el propio Castañón su nueva misión le compromete aún más con Moreno Valle y pone a prueba no sólo su capacidad de maniobra, experimentada ya en otros procesos electorales como el de Michoacán donde la hermana de Felipe Calderón no ganó, también servirá para incrementar la influencia en los mandos nacionales del partido.
Eukid Castañón está en el edifico central del PAN nacional, acuerda con Gustavo Madero, es punta de lanza del proyecto presidencial de Moreno Valle y ha sido colocado en un espacio de oposición política donde se topará con el priísmo acendrado y el perredismo consumado, por no decir, el lopezobradorismo permanente.
Pues bien, algunos panistas de los que se quedan le apuestan al fracaso de Eukid en su nueva misión en el centro del país, en el DF y zonas aledañas donde la batalla será dura, como siempre lo ha sido.
Otros en cambio ven en el retorno de Humberto Aguilar Coronado la posibilidad de recomponer el panismo local, una visión muy escasa, corta.
Así pues el proceso que se avecina pone a prueba toda la capacidad operativa de Moreno Valle en una buena parte de distritos en disputa y no precisamente por las siglas del partido que lo llevó al Gobierno y donde pelea el espacio en la carrera presidencial.
Pero así son los nuevos tiempos, no importan las siglas, lo que importa es que funcione y en eso Castañón tiene ventaja.