Además de los excesos señalados en este espacio, ahora la DASU ha contratado hasta chavos banda o narcomenudistas para vigilar las instalaciones, luego de la toma de la escuela de Arte Dramático.
El caso que ahora ocupa refleja la inviabilidad de la BUAP como universidad.
Por las razones que quiera usted encontrar, un estudiante cayó en las drogas dentro de la institución.
El personal de la DASU lo detiene, junto a otros compañeros, y en lugar de remitirlo a la Dirección Escolar, llamar a sus padres y al margen de las sanciones legales incorporarlo a un programa de rehabilitación: no, para nada.
Los guardias de seguridad lo entregan directamente a la Policía Municipal. Antes de hacerlo, lo graban en video para exhibirlo pronto en redes sociales, en una franca violación a sus derechos humanos.
En el pasado, a los estudiantes que se le encontraba fumando marihuana se les transfería con una licenciada del área de rehabilitación ante las adicciones, localizada en el Edificio Carolino.
El punto es que después de ser entregado a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y cuando lo presentan ante el Ministerio Público, acusan al estudiante de ser el principal responsable de la venta de marihuana en Ciudad Universitaria.
Y como muestra exhibieron paquetes.
Lo peor es que los policías ahora aseguran que al estudiante lo detuvieron afuera de Ciudad Universitaria, sobre el bulevar Carlos Camacho y que otro alumno lo grabó en su celular, por lo que pretenden deslindarse de su arbitrariedad.
El universitario está en el Cereso acusado de ser el Chapo Guzmán de Puebla.
EL PORKY DE LA BUAP
Una enorme indignación ha causado en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la BUAP la impunidad con la que actúa el director Lorenzo Carreón Luna.
Sí, quien pidió a una mujer tener relaciones sexuales con él para no despedirla. El director cobijado por Alfonso Esparza sigue haciendo de las suyas.
Y lea usted por qué:
A una colaboradora muy cercana le asignó un sobresueldo, por lo que ahora esta empleada se siente la nueva Gaviota de CU.
Lo que indigna a todos es que esta maestra que según imparte inglés tiene un contrato por hora clase. Ni por tiempo completo obtendría los más de 9 mil pesos quincenales.
Y todo lo permite el rector de la BUAP.
Aquí la prueba:
Nota bene: Lo mejor en estas fiestas. Nos vemos la primera semana de enero del 2015.