01-05-2024 10:38:08 PM

Nuevo pacto para “relanzar” a Peña

tempestad12

De esta manera, los asesores del mandatario federal intentan blindarlo en términos mediáticos ante potenciales omisiones que pudieran cometer los gobiernos de las entidades federativas y evitar así que siga pagando el costo político y de imagen generado por hechos de violencia que son competencia estatal prevenir y combatir.

Y es que, cuando llegue el momento de presentarle a la nación los alcances de semejante acuerdo, el presidente hará especial énfasis en la responsabilidad que tendrán todos los niveles de gobierno en la implementación y operación del nuevo pacto.

Se revisarán los ámbitos de responsabilidades y se mandará el mensaje de que cada una de las partes tendrá que ser escrupulosamente cuidadosa de cumplir la que le corresponde.

Además, el presidente le pedirá a los gobernadores ser muy cuidadosos en el ejercicio del poder, específicamente en el terreno de la defensa y protección de los derechos humanos.

Tolerar la crítica y evitar a toda costa actos de represión contra protestas y marchas ciudadanas.

Lo anterior pondrá en aprietos a gobiernos que se han caracterizado por su autoritarismo y beligerancia, como el de Puebla, experto en la criminalización de la protesta y el disenso.

A la firma del pacto llegará Rafael Moreno Valle con la siguiente carta de presentación: un niño indígena muerto a manos de policías y habitantes de Chalchihuapan encarcelados o bien lisiados de por vida por los excesos de los uniformados.

Con defensores del patrimonio histórico de Cholula y opositores al gasoducto Morelos presos y cientos de amenazados con seguir el mismo destino de negarse a abandonar su lucha.

Con poderes e instituciones del estado sometidas al capricho personal y ensayando una política de control total que involucra a medios de comunicación, organismos empresariales, sindicatos y demás.

Seguramente, desde el punto de vista de la retórica oficial, el gobierno de Puebla destacará el compromiso irrestricto de cumplir al pie de la letra con los acuerdos firmados con el presidente.

Sin embargo, para que esto sea real, tendrá que echar mano de un enorme proceso de reingeniería interna para cambiar conductas, actitudes y formas que han sido parte del sello característico impuesto desde el primer día del actual sexenio.

¿Habrá la voluntad o todo seguirá igual?

¿De darse, será todavía creíble la supuesta transformación?

De entrada parece imposible, peo todo sea para quedar bien, ootra vez, con el presidente de la República.

latempestad

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