Y tampoco hay duda: el soporte de los autoritarismos fue el miedo social.
A eso se debe que en la Polonia de Juan Pablo II, Julian Kordek, jefe soviético del V Departamento del gobierno polaco y encargado de los asuntos religiosos del Estado en Polonia, operaba bajo la siguiente premisa: “Necesitamos al miedo para cumplir nuestros objetivos de gobierno”.
Claro, intimidar para provocar miedo, implicaba procedimientos que atropellaban y atentaban contra los derechos humanos, y de ahí, que en la contraparte, el entonces Karol Wohtyla asumió la proclama: “¡No tengan miedo!”.
Y en efecto, eliminando el miedo social, ocurrió el suceso histórico que marcó el fin de la Modernidad, y el inicio de la nueva época: la Postmodernidad, cuyo cimiento y evidencia se proyectó a nivel mundial, justo cuando los habitantes europeos aprisionados tras la Cortina de Hierro, demolieron el Muro de Berlín y se liberaron pacíficamente.
Así acabó el autoritarismo soviético que se había expandido por el mundo incluso a México, donde dio lugar a la llamada “Dictadura Perfecta”, que también acabó con más de 70 años del PRI en la Presidencia de la República.
Sólo que ya para entonces, fruto de ese tránsito de la Modernidad a la Postmodernidad se crearon en México las comisione de derechos humanos, los mismos que abierta o encubiertamente, ha estado violando en Puebla el gobierno de Moreno Valle.
O sea que por lo visto, anclado en el pasado, Moreno Valle no se ha percatado de que desde la caída del Muro de Berlín, la humanidad dejó para el pasado histórico el autoritarismo intimidador del gobernante poblano.
No está de más entonces, citar lo que a propósito del caso Chalchihuapan, la Comisión Nacional de los Derechos humanos le remarcó a Moreno Valle:
“En consecuencia, señor gobernador constitucional del estado de Puebla, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos declara la existencia de violaciones graves a los derechos humanos en agravio de las víctimas señaladas en este pronunciamiento, por lo que se permite formular a usted las siguientes recomendaciones:…”.
Más claro, imposible. El gobernante vive en el pasado autoritario. Y de ello está consciente Peña Nieto; aunque hoy su partido esté en la Presidencia de la República, ya no es el de la fallecida Familia Revolucionaria.
CHALCHIHUAPAN Y LAS CHOLULAS; LA PÉRDIDA DEL MIEDO SOCIAL
Así que frente a los casos exacerbados de indefensión jurídica de que han sido víctimas habitantes de Chalchihuapan y de San Pedro y San Andrés, Cholula, la reacción de los afectados es la manifestación de la dignidad y el valor humano que se libera del miedo social.
Tan así, que en su sencillez, la madre del niño José Luis Tehuatlie Tamayo, sin temor alguno puso en su lugar a Moreno Valle, y en cambio, éste, ni siquiera se atreve a darle la cara. ¿Miedo? ¿Soberbia? Lo que sea, pero el gobernante carece de valor para dar la cara.
Lo cierto es que en ambos casos –Chalchihuapan y las Cholulas-, se vive y se cumple lo que Juan Pablo II heredó a los mexicanos en la siguiente enseñanza: “La debilidad es la negación para aceptar la derrota”.
Y entonces, el “¡No tengan miedo!”, el “¡No pueden tener miedo!”, es lo que en ambos casos está fortaleciéndose frente al estado de indefensión jurídica en que Moreno Valle coloca a sociedad, en este caso, derivada de su Reforma a la Ley de Expropiaciones, que de principio a fin atropella los derechos humanos a la propiedad.
ADVERTENCIAS DE JUAN PABLO II: INERCIAS DEL PASADO CONTRA INTUICIONES DE FUTURO
Entonces bien lo advirtió Juan Pablo II en mayo de 1990 a los intelectuales mexicanos, durante el Encuentro que sostuvo con Representantes del Mundo de la Cultura: de las ciencias, de las artes y de las letras en México:
“Es éste mi primer encuentro con intelectuales de América Latina que tiene lugar después de los…acontecimientos ocurridos en 1989 en Europa del Este –la caída del Muro de Berlín-. Asistimos a un cambio que afecta a toda la sociedad contemporánea. Se trata de una nueva época muy compleja en la que forzosamente conviven inercias del pasado con intuiciones de futuro…” Hasta aquí la cita.
Procede entonces destacar que desde el punto de vista político, las “inercias del pasado” a que Juan Pablo II se refirió, son las formas de gobierno autoritario que en el caso poblano aún persisten en el gobierno encabezado por Moreno Valle.
Se trata de un retroceso, de una regresión autoritaria que no tiene lugar en la nueva época de la Postmodernidad que por doquier, a nivel mundial y con mayor fuerza reclama libertad y derechos humanos.
Es una cuestión de primera importancia y riesgo en los inicios de la nueva época, que con cada vez mayor fuerza social se está manifestando en China, en la ex Unión Soviética, donde los autoritarismos, o ya cayeron, o están a punto de desplomarse solos, como en Europa y en México.