Una vez más, el desconocimiento del origen y el desprecio a la opinión popular se refleja en el Parque Ecológico.
El procedimiento es lo que se cuestiona no sólo en ésta sino otras obras.
Y en el caso concreto de la “intervención” de los parques públicos todos han quedado prácticamente uniformados. En todos se encuentra lo mismo.
Las mismas cafeterías, casi la misma distribución de áreas verdes y de pasos para peatones o ciclistas. No hay diversidad.
El Parque Ecológico “Revolución Mexicana” también será “uniformado”, por las cafeterías que serán las mismas que hay todos lados, salvo las áreas deportivas y si realmente se conserva el aviario.
Resulta curioso que después de 20 años haya quejas sobre el estado de los animales, y justo seis días después que el gobierno del estado inició los trabajos de intervención de dicha zona, intervenga la Procuraduría Federal de Protección del Ambiente (Profepa) a raíz de una denuncia ciudadana, según insiste la dependencia federal.
Durante esos años la Profepa en contadas ocasiones realizó una supervisión del aviario; incluso la misma autoridad puso en resguardo en dicho recinto algunos especímenes porque no había otro lugar a donde enviarlos, que eran resultado de decomisos o incluso que se encontraron en la vía pública.
Si Martín Camacho, el cuidador del aviario, no comprueba ante la Prfoepa la legalidad de la tenencia de los animales (en su mayoría aves), la dependencia federal procederá al decomiso de los animales y los enviará una Unidad de manejo para la conservación de la vida silvestre (Uma).
Si procede el decomiso, posiblemente, el gobierno tendría el mejor pretexto para eliminar el aviario y ocupar la enorme cúpula para alguno de sus múltiples negocios comerciales.
Quizás sin querer la Profepa hace el trabajo sucio al gobierno estatal y éste respaldado en leyes federales podría eliminar un área que durante dos décadas ha servido de entretenimiento y también para hacer tareas escolares de cuáles son algunos animales.
Es posible que haya algunas fallas en el cuidado de los animales, pero al menos durante estas dos décadas no hubo fallos graves, como epizootias o zoonosis, es decir enfermedades que llevaran a la muerte de decenas o cientos de especímenes o que se contagiara a las personas.
En general el aviario estaba bien conservado; estaba limpio, había orden y los animales en general estaban bien.
Incluso, Gregory Camacho directivo de Africam Safari, en su momento declaró que los animales que están en el aviario “estaban bien cuidados”.
Martín Camacho era un pajarero, vendía aves por la calles, y finalmente en 1991 optó por organizarse junto con otros vendedores ambulantes para hacerse cargo del aviario y proteger realmente a los animales.
En su momento el gobierno estatal le dio el apoyo, la prueba está la estructura que finalmente se construyó y que es característica del Parque Ecológico.
Fue en enero de 1986, mediante el decreto presidencial de Miguel de la Madrid, se estableció que las 69-17-82-59 hectáreas que ocupaba la VI BASE Aérea Militar de la Fuerza Aérea Mexicana se destinarían a parque público para la población en general. (http://www.dof.gob.mx/nota_to_imagen_fs.php?cod_diario=205944&pagina=6&seccion=0)
Posteriormente en el decreto del gobierno del estado (1996) se declaró al Parque Ecológico “Revolución Mexicana” de utilidad pública y beneficio social, destinado a la conservación armónica de las zonas arboladas, áreas verdes, reservas ecológicas y áreas de esparcimiento, así como a la práctica de deportes y recreación de los habitantes de la Ciudad de Puebla.
Destaca la mención de conservación de reservas ecológicas que fue señalado en el decreto estatal de 1996, pues significa que debería trabajarse en proteger especies de flora y fauna, que bien puede ser como centro de reproducción o de enseñanza.
Sin embargo, dicha función puede ser eliminada con la intervención del gobierno estatal que parece desconocer todo lo que representa el Parque Ecológico y para lo que fue destinada esa amplia superficie.
En su momento el citado Parque estuvo como organismo descentralizado con un Consejo de Administración (con Melquiades Morales y cuando Moreno Valle era Secretario de Finanzas), después pasó a cargo de la nueva Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno del Estado (con Mario Marín en 2007), y ahora con Moreno Valle los parques públicos están a cargo de Turismo, entiéndase el Centro de Convenciones, por ser lugares que se “alquilan” para eventos además de cobrar el uso ingreso a los paseantes.
Ahora el gobierno asegura que el Ecológico seguirá siendo gratuito y que se conservará el aviario.
Pero, al final, el Ecológico quedará uniformado como los otros parques.
Porqué no permitir que algunos de los vendedores de dulces, bocadillos o helados sean los mismos que estaban antes de la intervención, y a ellos ofrecerles un “crédito a la palabra” para que modernicen sus puestos, en lugar de mandarlos al desempleo o como vendedores ambulantes.
No todo tiene que ser franquicia, donde un café o refresco no cuesta menos de 30 pesos.
Una cosa es “modernizar” y otra muy diferente uniformar las zonas recreativas.
Sería mejor que cada parque tuviera una particularidad, que los comercios sean diferentes a los que se pueden encontrar en cualquier esquina, como son las múltiples cafeterías o los minisuper.
Lamentablemente el afán de hacer negocio por unos cuantos elimina la posibilidad de empleo y diversidad para otros.
